Un lugar poco conocido y con mucho para disfrutar
Dentro de todo los tesoros que tiene Costa Rica, es la zona sur esa joya que queda aún por ser plenamente descubierta. Un lugar conocido por pocos al estar menos masificado por el turismo, alejado de los clásicos circuitos enfocados al centro y norte costarricense. Sin embargo, en comparación con estas regiones -ya detalladas en anteriores publicaciones- el sur presume por ofrecer algo distinto. El verde abunda todavía más, sus paisajes son singulares, su vegetación y su fauna son únicas, y su clima es inigualable. En definitiva, todo es más diverso.
Puedes viajar al sur de Costa Rica solo, en pareja, con amigos o en familia. Vayas como vayas, la estancia nunca será aburrida. Infinidad de aventuras y planes te aguardan en increíbles zonas montañosas e islas de enseño sin explorar. Todo ello amenizado por un legado y una cultura indígena del Pacífico Sur que, en muchos casos, todavía hoy continúa siendo un misterio.
Visualízate en cada una de las situaciones y actividades que te mostramos a continuación para ir abriendo boca de cara a un posible futuro viaje al sur de Costa Rica, pues no serán más que unas breves pinceladas de todo el Duende que existe en este exclusivo destino.
Infinidad de experiencias en la región Brunca
Brunca es el nombre que recibe la región sur de Costa Rica, la cual limita con Panamá y con el Océano Pacífico. Su ciudad más grande e importante es San Isidro de El General, ubicada en un amplio valle respaldado por las verdes montañas de Talamanca y el pico más alto de Costa Rica, Cerro Chirripó. Se trata de una ciudad con una enorme riqueza cultural y mucho que ofrecer a todos aquellos que la visitan, sobre todo en materia de agricultura. El café y la caña de azúcar son algunas de sus principales producciones. Podrás encontrarlos todos en el Mercado de Agricultores que se celebra todos los jueves y viernes en San Isidro de El General, con más de 200 vendedores de todo tipo de frutas, verduras, artesanía, mermeladas o quesos.
La región Brunca es también conocida por su importante legado indígena. Allí se localiza Boruca, uno de los territorios indígenas costarricenses que permanecen en la actualidad. Está la posibilidad de vivir una gratificante y enriquecedora experiencia en la Reserva Indígena Boruca (Cantón de Buenos Aires, Provincia de Puntarenas), donde podrás visitar la zona, compartir momentos con algunos de los indígenas y comprar algún producto de artesanía local. Además, a poco más de hora y media en coche, podrás visitar también el Sitio Arqueológico y Museo Finca 6, donde podrás contemplar las milenarias esferas de piedra precolombinas, uno de los pocos legados materiales que aquellos indígenas previos a la colonización española dejaron en el sur de Costa Rica.
En busca de emociones nos dirigimos a la costa de Brunca, donde encontramos las playas Dominical y Dominicalito. La primera, de fuerte oleaje, es ideal para practicar el surf. Mientras que la segunda, con las aguas más en calma, es una gran opción para iniciarse en esta práctica, además de para permitirse unos momentos de relax en una playa de arenas color café claro que limita con el bosque. Siguiendo el recorrido de la costa dirección sur encontrarás también el Parque Nacional Marino Ballena, una hermosa zona protegida desde la que es posible avistar delfines y ballenas en diferentes épocas del año (de agosto a octubre y de diciembre a abril).
Culmina este recorrido por la región Brunca en la Península de Osa, donde se encuentra el Parque Nacional Corcovado y la Bahía Drake. Un paraje único en Costa Rica por su riqueza animal y floral, lo que lo convierte en un zoo al aire libre, rodeado de playas rocosas y bosques que no te cansarás de explorar.
Momentos inolvidables en la Isla del Caño
También en el sur, Costa Rica posee algunos territorios insulares de gran belleza que, desde todo punto de vista, no podrás ni querrás perderte. Uno de ellos es la isla del Caño, una de las más bonitas del país y del Pacífico Sur, ubicada a algo menos de 20 kilómetros al oeste de la Península de Osa.
Que no te engañen sus dimensiones, pues se trata de una zona de especial relevancia. Antiguamente, hace más de tres mil año, la Isla de Caño fue un cementerio precolombino y lugar sagrado, por lo que las grandes bolsas de piedra abundan también en este lugar. Mientras que, hoy en día, estamos ante una Reserva Biológica que guarda una gran riqueza marina en sus profundidades y está rodeada por increíbles playas de arenas blancas y piedras.
Aunque recalar en esta Isla de Caño no tiene por qué ser sinónimo de pasar todo el rato en la playa. Al ser una reserva natural, su fauna, su flora y sus bosques son de especial relevancia y un gran atractivo para los que acuden allí. Podrás observar halcones negros, águilas o boas en un entorno plagado de árboles únicos como el de caucho o el salvaje de cacao.
Además, si vas entre los meses de julio y octubre o alrededor de diciembre podrás presenciar la llegada de las ballenas jorobadas, que emigran a las cálidas aguas del Pacífico Sur desde ambos hemisferios para aparearse o dar a luz a sus crías. Una experiencia inolvidable tan solo al alcance de aquellos que visiten este punto del planeta.
Los tesoros de la Isla de Coco
A más de 500 kilómetros de la costa del Pacífico Sur Costa Rica posee otra isla de inigualable valor histórico, natural y biológico como la Isla de Coco. O, también, “la isla más bonita del mundo”, según la describió el explorador Jacques-Yves Cousteau en sus grabaciones. Toda la zona ha sido declarada como Parque Nacional, donde podrás vivir aventuras únicas en el mundo.
Sus transparentes aguas azul turquesa constituyen un hábitat ideal para una gran cantidad de peces, tiburones, delfines, rayas, moluscos, tortugas marinas y arrecifes de coral, convirtiendo este fondo marino también en uno de los lugares más increíbles y excepcionales para bucear. Además, su costa posee enormes acantilados, infinidad de cuevas submarinas y playas de gran belleza, lo que sumado a sus verdes bosques y cascadas componen la gran belleza natural de la Isla de Coco.
Como valor histórico y cultural, la isla alberga también legendarias historias de piratas, quienes acudían allí para beber agua potable y esconder sus tesoros, muchos de los cuales supuestamente continúan ocultos en la zona.
Mucho por ver en un lugar tan poco conocido. Tal vez por eso el sur de Costa Rica sea una zona tan diferente y único. Lugares especiales y hermosos te esperan, donde podrás vivir experiencias increíbles. Sin multitudes, sin bullicio… Con espacio de sobra para el pleno disfrute.