Una experiencia para los sentidos
Un viaje en tren puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora, pero te aseguramos que los trayectos que ofrecen los trenes de Sri Lanka no tienen comparación alguna. Más que nada porque estamos hablando de unas de las rutas más emocionantes del mundo, aquellas que recorren los entresijos de la ‘lágrima de la India’ y que ofrecen un ambiente y unas vistas que quedan en el recuerdo y en el corazón de todo viajero.
A estos ferrocarriles que atraviesan el paisaje de Sri Lanka dedicamos nuestro post de hoy, ya que los trenes de este país tienen muchísimo Duende. En su día sirvieron para transportar el producto más famosos del país, el té, hasta que en la actualidad las coloridas locomotoras se han modernizado para convertirse en uno de los grandes atractivos de una isla tan segura, amigable y fantástica como es Sri Lanka.
Estos trenes son sin duda una manera excelente de moverse por el país y una verdadera experiencia cultural. A través de ellos contemplaras rutas de lo más pintorescas siendo la más particular la que transcurre entre Kandy y Ella.
Un trayecto único
Si eres un amante de los trenes, Sri Lanka es tu país. Sus locomotoras abarcan innumerables trayectos que muestran lugares épicos, de los cuales te recomendamos el que lleva desde Kandy hasta la pequeña ciudad de Ella. Esta ruta transcurre en pleno corazón de la isla, pudiendo disfrutar de uno de los viajes en tren más pintorescos del mundo. Entre 9 y 10 horas de trayecto a través de exuberantes plantaciones de té, ondulados campos de arroz, selvas tropicales y perspectivas montañosas que amenizaran un viaje que siempre termina siendo de ensueño. Podrás iniciarlo antes incluso que en la propia estación de Kandy, pues el tren llega previamente desde Colombo. Ese trayecto inicial será tan solo la antesala de las panorámicas más hermosas que puede ofrecerte Sri Lanka, viendo cómo va alejándose el bullicio y la expansión de la gran capital mientras atraviesas las plantaciones de té de la región montañosa del país.
Y es que ese misma línea que habrás tomado fue la que en 1864 construyeron los británicos coloniales para transportar el té desde las colinas hasta la ciudad. En el trayecto de Kandy a Badulla, distrito en el que se encuentra Ella, aquellos británicos se valían del ferrocarril para el comercio, mientras que actualmente tu interés en estos trenes residirá más que nada en aprovechar al máximo las fantásticas vistas que ofrece. Además, antes de llegar al destino, el tren se detendrá en lugares como Nuwara Eliya y Haputale, pudiéndote bajar en cualquiera de estas estaciones para explorar también sus pueblos.
Para llegar a la ciudad montañosa de Ella, la locomotora deberá atravesar acantilados, plantaciones e incluso cascadas por su camino. El punto de llegada es un paraíso para mochileros con décadas de antigüedad que últimamente ha cobrado gran popularidad. Una vez en Ella, muchos apuestan por caminar hasta los miradores de alrededor del puente de Nine Arch para conseguir una de las vistas (y fotografías) más populares de Sri Lanka. Eso sí, aún dispondrás de una etapa más con la que disfrutar del tren, aquella que transcurre hasta Badulla, siendo esta la sección más dramática del viaje. En esta ocasión, el trayecto transcurrirá entre impresionantes valles, barrancos y el citado puente hasta llegar a Demodara Loop, un punto de la ruta que rodea la cima de una colina y vuelve a pasar por debajo de la misma.
Consejos para tu billete
Este trayecto de Kandy a Ella puede salir por menos de siete euros, si vas en tercera clase, o bien más de 20, si te decantas por una opción más cómoda, teniendo en cuenta también los horarios. Podrás hacer una reserva online con 30 días de anticipación si quieres reservar asiento en segunda o en primera clase, además de en los vagones de salón de observación. Para la tercera y segunda clase sin asiento siempre podrás reservar directamente en la estación, aunque la demanda a menudo supera la oferta de asientos durante la temporada alta (diciembre a abril).
Para que conozcas un poco más las diferencias entre clases, los billetes de tercera se compran en la estación el mismo día y te obligarán a ‘luchar’ por un hueco en la estrechez del vagón. En la segunda clase, muchos viajeros se decantan por hacer sus trayectos con asientos reservados ya que podrás contar con ventanas que se abren para disfrutar de las bellas panorámicas de la ruta. Y la primera clase brinda mayor comodidad, aunque irás sentado detrás de un vidrio sellado. Por eso, la mejor opción son esos vagones del salón de observación de primera clase con una ventana gigante con la que contemplar la inmensidad del paisaje.
Un viaje de sensaciones
Viajar en tren por Sri Lanka ofrece una de las experiencias más mágicas del mundo. Con los años, los viajeros han optado por replicar a los residentes y salir con precaución del tren para disfrutar mejor de las vistas y de una sensación increíble. Espera tu turno y siéntate en una de las puertas abiertas que hay, con los pies colgando sobre las vías. De esta forma te impregnarás aún más de esa esencia inolvidable que ofrece este tren. Esa forma tan intensa de disfrutar del paisaje, plagado de un verde tan exuberante que parece no tener fin entre sus brillantes plantaciones de té.
Además, para que no dejes de disfrutar de las vistas durante este fantástico viaje, te recomendamos que en la parte del trayecto que va de Kandy a Nuwara Eliya optes por sentarte en el lado derecho del tren para asegurarte unas vistas épicas en este camino. A partir de Nuwara Eliya, hasta llegar a Ella, el paisaje se transforma, por lo que será mejor que te cambies al lado izquierdo para disfrutar de cerca de las plantaciones de té.
Para hacer aún más pleno tu viaje y fundirte por completo con lo local de Sri Lanka, degusta algunos de los bocadillos que los vendedores ofrecen por los pasillos del tren y acércate hasta la tercera clase para conocer a algunos lugareños, compartir un plato de arroz con curry con ellos y amenizar tu viaje conversando alegremente como uno más.
Te aseguramos que vale la pena vivir cada una de estas experiencias sobre raíles para conocer el lado más pintoresco de la naturaleza de Sri Lanka. Imagínate sintiendo el viento soplando suavemente contra tu rostro mientras contemplas la inmensidad de la campiña desde una de las puertas abiertas del tren. Un viaje entre imponentes montañas y bosques frondosos que ofrecen vistas inimaginables. Por eso no es descabellado pensar que este es uno de los trayectos en tren más bellos y completos que se pueden hacer en el mundo. En definitiva, una vivencia con mucho Duende.