Madagascar, la joya del Océano Índico, es una isla llena de maravillas naturales, con una biodiversidad única en el mundo. Con una flora y fauna endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte, sus parques nacionales son verdaderos santuarios que convierten a este destino en un lugar extraordinario. Así lo refrendan sus exuberantes paisajes, inexistentes en otras partes del mundo. Por eso, si estás buscando una aventura inolvidable en un entorno impresionante, no puedes dejar de visitar los parques nacionales de Madagascar. Auténticos tesoros naturales que merecen ser explorados y que, con toda seguridad, te cautivarán.
Según la asociación ‘Madagascar National Parks’, el país reúne más de cuarenta áreas protegidas, de las cuales 25 son parques nacionales. No es baladí el trabajo de esta organización, teniendo en cuenta que busca “establecer, conservar y gestionar de forma sostenible” todos estos espacios que representan la diversidad biológica y el patrimonio natural de Madagascar. Eso sí, no solo basta con su labor. También cobra especial relevancia el papel de los viajeros que acuden a Madagascar en busca de esas maravillas naturales. Y es que contribuir a la preservación de todos estos parques nacionales está en tus manos. Por ello, para ser plenamente conscientes de su gran valor y la necesidad de protegerlos, te mostramos algunos de los más destacados que posee esta singular isla africana.
Los parques nacionales de la mitad norte de Madagascar
La mitad norte de Madagascar, donde se ubica la capital del país (Antananarivo), es también la zona en la que se concentran un mayor número de parques naturales. De hecho, cerca de la principal ciudad malgache se encuentra el Parque Nacional de Andasibe-Mantadia, una visita obligada si deseas ver de cerca los famosos lémures de esta isla. Es más, este parque es famoso por albergar la especie de lémur más grande, el lémur indri, conocido por sus llamadas distintivas y su apariencia peculiar. Además de los lémures, Andasibe-Mantadia cuenta con una gran variedad de senderos por los que podrás escuchar los sonidos de la selva y maravillarte con la belleza natural que te rodea. Incluso, si deseas obtener una experiencia más inmersiva, puedes optar por hacer una visita nocturna para observar otras especies que solo hacen acto de presencia durante la noche.
Mucho más al norte, casi en la punta de la isla, se encuentra otro parque nacional de gran relevancia, el de la Montaña de Ámbar. Un entorno mágico del que no querrás despedirte. Un auténtico oasis tropical de tierra dorada, gigantescos helechos, magníficas cascadas e increíbles lagos volcánicos cristalinos. No es de extrañar que este fuera el parque nacional inaugural de Madagascar. Aquí encontrarás una gran variedad de especies endémicas, sobre todo lémures y camaleones. Eso sí, lo que dota de un aura especial a este entorno es su aire fresco de la montaña. Respirarlo a pleno pulmón te hará sentir en un lugar único. Un lugar en el que conectarás con Madagascar y su prodigiosa naturaleza.
Además de los mencionados, dispondrás de otras muchas opciones de parques nacionales en la mitad norte de Madagascar. El de Ankarana te ofrecerá algunos de los paisajes más espectaculares que jamás hayas visto. Especialmente características son sus torres de piedra caliza erosionadas, como también su multitud de especies de lémures, reptiles y aves. Por otra parte, en la zona oeste, se encuentra el Parque Nacional Tsingy de Bemaraha, un lugar único en el planeta. Aquí también presenciarás esas formaciones de tierra caliza, conocidas como ‘tsingy’. La estructura que conforman unas y otras crean un laberinto natural de cuevas y gargantas espectacular. Te parecerá estar ante un paisaje sacado de otro planeta. Además, si eres un amante de la aventura, los puentes colgantes y pasarelas que hay entre estos ‘tsingy’ serán tus atracciones favoritas. Las vistas desde la cima son impresionantes, brindándote una perspectiva única de todo lo que te rodea.
Los tesoros ocultos del océano
La mitad norte de Madagascar posee también una extensa y, a menudo, desconocida variedad de parques nacionales destinados a preservar la vida marina. Teniendo en cuenta que este país ocupa una isla al completo, no es de extrañar que las aguas que la rodean alberguen un asombroso mundo por explorar. Un lugar de especial interés es el Parque Nacional Nosy Be, ubicado en una pequeña isla del mismo nombre, al noroeste de Madagascar. Un paraíso de aguas cristalinas perfecto para los amantes del buceo y el esnórquel. Repleto de vibrantes arrecifes de coral, coloridas especies de peces tropicales y majestuosas tortugas marinas. Además, las islas circundantes ofrecen playas de arena blanca y paisajes tropicales deslumbrantes. En definitiva, un verdadero tesoro oculto de Madagascar que no te puedes perder.
También cobra gran protagonismo el Parque Nacional de Masoala. Ubicado en la costa noroeste, este es uno de los destinos más remotos y prístinos de Madagascar. Su combinación de bosques tropicales, manglares, arrecifes de coral y playas de arena blanca es única. También lo son sus senderos, por los que transitarás por densas selvas al tiempo que te encuentras con algún que otro lémur saltando de rama en rama. Eso sí, una de las cosas más especiales de este parque nacional es la gran biodiversidad marina que alberga, siendo este también un lugar perfecto para el buceo y el esnórquel. Así que sumérgete en sus aguas cristalinas y descubre toda su belleza submarina.
Los parques nacionales de la mitad sur de Madagascar
No pienses que solo en el norte se concentra la belleza natural de Madagascar. Su mitad sur también acoge numerosos enclaves idílicos. Uno de ellos es el Parque Nacional Ranomafana, en la zona de interior. Un auténtico paraíso tropical que alberga una asombrosa diversidad de flora y fauna. A medida que te adentras en sus senderos, te encontrarás rodeado de exuberantes selvas, impresionantes cascadas y hermosas plantas endémicas. El terreno puede estar algo empinado y resbaladizo, pero te aseguramos que la recompensa de ver la vida silvestre exótica que allí habita hace que valga la pena el esfuerzo. Los sonidos de los lémures llenan el aire mientras buscan alimento entre los árboles. La presencia de camaleones y especies raras de aves también es muy común en este parque nacional, como su gran variedad de plantas medicinales. En definitiva, una verdadera inmersión en la naturaleza salvaje de Madagascar.
Algo similar ocurre con el Parque Nacional de Isalo, con su tan característico paisaje árido. Una escena desértica única que te deleitará, compuesta por imponentes formaciones rocosas, profundos cañones y gargantas, y oasis y piscinas naturales escondidos. Además, a través de sus rutas senderistas bien señalizadas podrás llegar la mágica ‘Cascade des Nymphes’. Y, por la tarde, buscar el mejor lugar para ver una puesta de sol que quedará por siempre en tu memoria, detrás de la famosa ‘Ventana de Isalo’.
Además de todo lo que puedes encontrarte en estos y otros parques nacionales de Madagascar, hay algo que incluso hace que estas visitas sean aún más especiales. La sorpresa. Estar aún preparándote para salir a caminar y, cuando ni tan siquiera te has puesto en marcha, la naturaleza te ofrece al instante un avistamiento asombroso. Una memorable carta de presentación a la que se irán sumando todas las experiencias que vivas durante tus estancias en los diferentes parques nacionales del país. Y como muestra del compromiso de la nación por sus espacios naturales, debes saber que con tu visita estás apoyando a las comunidades locales de cada área protegida. Incluso sus propios integrantes hacen las veces de guías de la vida silvestre. De ser así, te aseguramos que no tendrás mejor acompañante en esta inolvidable aventura.