Cuando viajamos, además de apreciar lo maravilloso de nuestro planeta surgirá nuestro enriquecimiento personal, que experimentaremos al interactuar con el medio local, con las personas, sus costumbres y mediante la observación de una forma de vivir nueva y tal vez diferente a nuestros ojos. Todo esto es así gracias a que el mundo es diverso. Así pues, una de las enseñanzas más importantes que obtendremos es que en todo el mundo podemos encontrar el Duende y para que perdure es necesario contribuir a que así sea.
En Planes con Duende creemos que cada uno de nosotros, como viajero, debemos colaborar en el sostenimiento del lugar que visitamos y poner nuestro granito de arena para que siga siendo diverso a nuestra vuelta. Por ello, compartimos con vosotros una pequeña guía práctica para reflexionar sobre lo que no deberíamos de olvidar mientras disfrutamos de nuestro destino:
– El turismo, muchas veces denostado, debe concebirse y practicarse como un medio privilegiado de desarrollo individual y colectivo. Si se lleva a cabo con la apertura de espíritu necesaria, es un factor insustituible de auto-educación, tolerancia mutua y aprendizaje de las legítimas diferencias entre pueblos y culturas y de su diversidad.
– Respetar a vuestros anfitriones: Es bueno aprender algunas palabras en el idioma autóctono para mostrar vuestro respeto e interés por la cultura que visitáis. Disfrutar y respetar todo aquello que hace de vuestro destino un lugar único y diferente: desde su historia, arquitectura, religión, códigos de vestimenta y comunicación, hasta su música, su arte y su cocina… es algo básico del viajero con Duende. También os recomendamos pedir siempre permiso antes de hacer una foto a alguien, ya que para ellos, su intimidad es tan importante como para lo sería la tuya.
– Los visitantes tienen la responsabilidad de recabar información, desde antes de su salida, sobre las características del país que se disponen a visitar. AsImismo, serán conscientes de los riesgos de salud y seguridad inherentes a todo desplazamiento fuera de su entorno habitual y se comportarán de modo que minimicen esos riesgos. En este punto, nuestros asesores de viaje os ayudarán a conocer lo que os vais a encontrar, pero nunca está de más que indaguéis un poco… eso sí, ¡Guardad algo para que también os sorprendáis durante el viaje!
– En vuestro viaje debéis evitar todo acto criminal o considerado delictivo por las leyes del país que visitéis y cualquier comportamiento que pueda resultar chocante o hiriente para la población local o dañar el entorno del lugar. Lo primero se da por hecho, pero es muy importante conocer las tradiciones y formas de vida del lugar que visitáis, para no faltarles el respeto aún sin querer…
– Fomentar la economía local, es también muy importante. Tu viaje debe permitir la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como del folklore y no conducir a su estandarización y empobrecimiento. Por ello, siempre es importante en la medida de lo posible, que tu consumo sea responsable y que si te quieres llevar algún recuerdo, o al comer por la calle, mejor que sean productos y artículos de artesanía fabricados en la zona antes que comprar o comer en un centro comercial que podría estar en tu ciudad.
– Por último, es fundamental respetar el medio ambiente, no hacer mal uso de la energía o el agua, no ensuciar los parajes que visitéis y en definitiva reducir el impacto ambiental de vuestra visita.
Resumiendo… disfrutemos y aprendamos de nuestros viajes y tratemos de que a nuestra vuelta, todo siga igual que cuando llegamos… menos el alma, esa sin duda volverá, ¡Mucho más rica!