Todo lo que sueñas está en Holbox
Continuando con nuestras publicaciones dedicadas a México, hoy queremos mostraros un lugar de lo más encantador. Un paraíso con playas de arena blanca y aguas turquesas. Puede parecer algo común, pero te aseguramos que la isla de Holbox es algo completamente distinto. Es una zona para el descanso, pero también para el disfrute y enriquecerse. Naturaleza, gastronomía, historia, cultura… Todo tiene cabida en un destino nada masificado, engalanado con encantadores hoteles y parajes de lo más originales.
Localizada en el extremo norte del estado de Quintana Roo, la isla de Holbox es un destino que debes conocer. Los viajeros llegan a este paraíso en busca de la tranquilidad, para disfrutar de sus playas y tomar en sol en un ambiente menos comercial de lo que acostumbra a ser la Riviera Maya.
Y es que este pequeño rinconcito mexicano tiene de todo para que, en sus escuetas dimensiones, nunca te embriague el aburrimiento. Eso sí, ten en cuenta que para llegar a Holbox debe hacerse desde el puerto de Chiquilá, donde podrás subirte a uno de los ferris que desde allí parten rumbo a nuestra isla, tardando menos de media hora de trayecto. Dicho esto, dejamos a un lado las presentaciones, porque igual que ansías conocer este bello lugar del que algo te hemos ya descrito, nosotros también tenemos ganas de presentarte todos sus atractivos que, de seguro, no querrás perderte.
Paraísos inigualables
El mayor atractivo de Holbox son, sin lugar a dudas, sus playas. Son maravillosas. Toda una seña de identidad de la isla. Contemplando cualquiera de ellas, dirías que la palabra ‘paraíso’ se le queda corta a este lugar.
Por ubicación, la mejor es la playa de Punta Cocos, que debe su nombre a la cantidad de palmeras que abundan en esta zona de la isla. Situada cerca del centro de Holbox, esta playa conecta con otras vírgenes de gran belleza y poco transitadas. Otra de sus playas es la de Punta Mosquito, llamada así por la forma geográfica de la punta en la que se encuentra. Al estar rodeada por naturaleza, esta playa conserva esa esencia de carácter desértico, plagada de pequeñas conchitas en la que el único ruido que se escucha es el oleaje del marca caribe con su tono turquesa.
En cambio, otros visitantes consideran la playa de Punta Ciricote como la más bella, pues es la que más adaptada está al turismo, aunque ni por asomo cuenta con la afluencia clásica del resto de la Riviera Maya. La característica de este lugar es la gran oferta de restaurantes y actividades que posee, en comparación con las demás.
Eso sí, poco importa la playa en la que te encuentres, pues desde todas ellas podrás contemplar atardeceres que, verdaderamente, son mágicos. Como también lo son sus amaneceres. Experiencias inimaginables que quedan grabadas en tu retina y en tu interior.
Actividades de todo tipo
Que no te engañen sus dimensiones, Holbox tiene infinidad de actividades que ofrecer a sus visitantes. Una de las más populares es el avistamiento del tiburón ballena, el pez más grande del mundo. Pese a su nombre, son peces completamente inofensivos, por lo que podrás nadar con ellos con total tranquilidad y vivir una experiencia única. Otra de las actividades más realizadas en Holbox es el tour de la bioluminiscencia, un increíble fenómeno natural con el que podrás contemplar durante la noche, en una época en la que las aguas están más cálidas, ese resplandor que brota del agua y parece ser una continuación del cielo estrellado del Caribe.
Además de estas dos opciones, hay otras muchas, todas ellas relacionadas con la naturaleza, teniendo que cuenta que Holbox es parte de la reserva de la Biosfera y Área de protección de Flora y Fauna Yum Balam, y alberga a varias de las especies animales y vegetales de esta región. Las excursiones a la Laguna de Conil (separación entre la isla de Holbox y el terreno mexicano) te permitirán pasar algunos de los momentos más tranquilos que recordarás. Podrás disfrutar de un manantial de aguas cristalinas con propiedades curativas, conocido como la ‘Fuente de la eterna juventud’ entre los antiguos pobladores, quienes se valían de los beneficios saludables que implicaba sumergirse en sus aguas.
Otra visita imperdible es la de Isla Pájaro, en la Laguna de Yalahau, donde la tonalidad rosada de los flamencos que tiñe el paisaje es su gran atractivo. Un islote gobernado por todo tipo de especies de aves, las cuales podrás avistar desde unos miradores, para mantener el equilibrio del ecosistema.
Degustar buen marisco en pintorescas y singulares calles
Por supuesto, no podemos dejar pasar la ocasión de hablar de la encantadora civilización de Holbox. Porque esta isla no solo tiene playas bonitas, sino un pueblo de lo más pintoresco, plagado de murales y viviendas que dan un colorido distintivo al lugar. Con solo dar un paseo por sus calles comprobarás lo especial del pueblo de Holbox, donde no pisas pavimento, sino arena blanca del Caribe mexicano. Tampoco encontrarás numerosos coches, pues el medio de transporte por excelencia son los carritos de golf.
En cuanto a su gastronomía, podrás pensar que la llegada del turismo y los hoteles habrán podido hacer mella en su patrimonio culinario. Nada más lejos de la realidad, pues Holbox cuenta con una exquisita tradición gastronómica basada en productos frescos procedentes del mar. En sus peculiares locales de restauración encontrarás mariscos frescos, sabrosos y a buen precio. Pero si hay un plato del que todo el mundo habla en la isla y que recomiendan por encima de todos, es la pizza de langosta. Una especialidad local que podrás degustar en la mayoría de lugares de la zona, culmen de la gastronomía de Holbox.
Esperamos haberos entusiasmado con los encantos de esta isla, aunque siempre será imposible describir su esencia. Simplemente, Holbox hay que vivirla. La sentirás en sus calles y playas de arena, en sus colores, en sus aromas caribeños, en la calidez de la gente y en la calma que reina cada día. Sentirás cómo sensaciones únicas de esta isla se apoderan de ti, siendo este un viaje que, sin lugar a dudas, te cambie positivamente en muchos sentidos.