Experiencias inolvidables en La Digue
En estas últimas publicaciones dedicadas a las islas Seychelles habrás descubierto que este país es mucho más que un lugar paradisiaco en el que tumbarse en una hamaca en la playa y disfrutar de la tranquilidad. Este archipiélago del Océano índico ofrece innumerables actividades para todo tipo de viajeros, de manera que tengas un amplio abanico para escoger si te aventuras a visitar sus islas. Ya en el anterior post os mostramos Praslin, una de las perlas de las Seychelles, donde la paz que se respira en sus playas de ensueño no está reñida su imponente y selvática naturaleza interior ni con sus ajetreados mercados locales donde es posible palpar plenamente la cultura seychellense. Ahora, nos mantenemos en el norte del archipiélago, pero nos desplazamos hacia otra maravillosa isla situada al este de Praslin: La Digue.
Colorida y agradable para todo tipo de viajeros. Así se podría calificar de primeras esta isla granítica, que junto a Praslin y la capital Mahé conforman las tres de mayor importancia en el interior de las Seychelles. Tanto si planeas tu viaje para relajarte e ir a tu ritmo como si esperas vivir auténticas aventuras y estar siempre activo, La Digue te ofrece esos planes que tanto ansías encontrar. Conócela de nuestra mano y descubre su Duende y el de todas las experiencias que allí podrás vivir.
Una isla ideal para pedalear
¡Alquilar una bicicleta será siempre una gran opción! Podrás descubrir y explorar La Digue a tu propio ritmo. Pasea de forma relajada, diviértete, haz ejercicio y disfruta del entorno mientras pedaleas por una de las islas más encantadoras de las Seychelles. Además, La Digue es una zona perfecta para hacer tu propio tour en bici, ya que apenas hay coches y el tráfico es reducido.
¿Y si además de estos paseos, te atrevieras con una ruta ciclista de montaña por La Digue? Tanto la zona interior como la costa ofrecen multitud de alternativas, todas ellas seguras, para aventurarte con una escapada en bici. Una de ellas, la más suave, podrás hacerla comenzando desde la Iglesia de Notre Dame de L’Assomption, al oeste de la isla, hasta la playa de Grand Anse, al sureste, recorriendo todo el interior insular.
Ahora bien, para los que más en forma están, una opción es hacer una ruta desde la playa de Anse Source d’Argent hasta la de Banana Cove, lo que implica bordear la isla desde el suroeste hasta el noreste.
Aventuras submarinas
Cuando te encuentres tumbado en alguna de sus playas y te apetezca realizar alguna actividad emocionante, recuerda que Seychelles albergan todo un mundo de maravillas marinas bajo sus agua. La isla de La Digue no iba a ser menos, por lo que practicar el buceo y el submarinismo es otra de esas experiencias que no te podrás perder. Y es que sus impresionantes pendientes graníticas y las formaciones rocosas submarinas, junto con una gran cantidad de coloridas especies de peces, hacen que el buceo en La Digue sea una necesidad y, a la vez, una obligación para cada visitante.
Además, en la isla existen hasta 19 lugares habilitados para el buceo y el submarinismo de corto a medio alcance. Explora en cualquier de ellos los coloridos jardines de colar y conoce la fascinante vida marina que tienen en las aguas de las Seychelles su hogar: peces ángel, peces loro, pulpos e incluso tiburones punta blanca, rayas águila y tortugas carey.
Una ruta hasta lo más alto de La Digue
Como ya comentamos en anteriores publicaciones sobre las Seychelles, sus islas albergan todo un mundo natural interior que bien merece ser explorado. Por lo tanto, en La Digue podrás descubrir y disfrutar los picos de las montañas más altas que controlan la isla y sus senderos forestales.
El hermoso parque de Union Estate al oeste ofrece numerosos atisbos de la historia colonial de las Seychelles. Durante el transcurso de sus senderos podrás toparte con el cementerio más antiguo de la isla (donde descansas sus primeros pobladores), antiguas plantaciones de coco y vainilla, un monolito de 700 millones de años y una gran cantidad de tortugas gigantes. Además, podrás hacerte con un pequeño recuerdo local como aceite de coco, vainilla, canela o nuez moscada, plantados y cultivados en la propia isla.
Eso sí, una de las rutas más destacadas y atrevidas que pueden realizarse en La Digue es la subida al Nid d’Aigle (Nido del Águila), una montaña de 333 que se erige como el pico más alto de la isla. Se puede realizar a pie, pero no subestimes el camino que tiene como final disfrutar de una inigualable vista desde las alturas de La Digue. Por ello, si lo tuyo no es sudar pero tampoco quieres perderte este espectáculo visual, siempre podrás tomar un taxi para que te lleve a la cima.
El sendero que llega al Nid d’Aigle transita por bosques blandos, rocas de granito y tierra roja. Poco a poco, la jungla se disipa hasta llegar a una subida en los últimos metros. En el punto más alto se podrá presenciar una increíble vista de las islas de Praslin, Félicité y Marianne.
A la hora de la bajada, conviene hacerla por el mismo sendero por el que se subió para evitar resbalones o perderse.
Un poco de relax en una playa de ensueño
Jamás finalizaríamos un post sobre las islas Seychelles sin mencionar alguna de sus playas. Por eso, centrándonos en La Digue, dejamos para el final la de Anse Source D’Argent, una de las más hermosas no solo de las Seychelles, sino de todo el mundo.
Esta playa posee un laberinto de rocas de granito, lo que le dan su aspecto característico e inconfundible. Desde la costa, teniendo como telón de fondo esas icónicas rocas de La Digue, podrás contemplar las increíbles vistas panorámicas desde el Océano Índico mientras descansas de una jornada de experiencias en bicicleta, buceo y senderismo.
Por todas las maravillas que engloban a la isla de La Digue no es de extrañar que sea una de las que más sorprenda a todos nuestros viajeros. Adrenalina, aventuras y descanso combinan a la perfección en este hermoso rincón del Índico, del que seguro guardarás un recuerdo imborrable para toda la vida.