Los viajes no solo pueden hacerse a un territorio, también a una cultura. Tal vez el término suene raro, ¿verdad?: “Viajar a una cultura”. Sin embargo, es más sencillo de lo que parece. ¿Y si te dijéramos que en Planes con Duende te llevamos a un increíble recorrido por Mesoamérica? No lo busques en el mapa porque no te aparecerá. Simplemente, es el nombre que recibe la zona de América Central que comparte un mismo legado cultural. Una herencia latente desde el período precolombino, cuando de esta región florecieron diversas y grandes civilizaciones; entre ellas, los mayas.
Ni mucho menos podemos considerar que los desarrollos agrícolas, arquitectónicos, matemáticos o astronómicos son cosa de la actualidad. A lo largo de la historia, cada avance o aportación resulta un hito. Y en la época precolombina, la civilización maya era pionera en todas esas prácticas. Además, destacó por su sofisticada organización social y sus logros intelectuales y artísticos. Es esta cultura precisamente lo que une a países como México, Guatemala y Belice, situados los tres en esa región mesoamericana. Dentro de sus fronteras actuales, los mayas fueron una de las grandes culturas precolombinas que allí se desarrollaron. Sus orígenes se remontan al 1.800 a. C. y, aunque esta civilización tuvo su apogeo entre los años 250 y 900 d. C., su influencia y legado aún se pueden apreciar en la actualidad, sin importar que hoy en día se observe una diferenciación territorial en estas zonas.
El legado de cinco estados mexicanos
Tal y como especifica el Gobierno de México, el legado maya del país se encuentra dentro de los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Es en este último en el que se encuentra la seña de identidad maya por excelencia: el majestuoso complejo de ruinas de Chichén Itzá. Un lugar que te dejará sin alientos, sobre todo cuando contemples la imponente pirámide de Kukulcán. Maravíllate con la precisión matemática y astronómica de esta maravilla arquitectónica, curiosea su antiguo sistema de escritura jeroglífica y visualiza cómo sería el día a día hace siglos en este enclave privilegiado.
Otro reducto maya de México tremendamente conocido es Tulum (Quintana Roo). Su antigua ciudad amurallada, ubicada en un acantilado frente al mar Caribe, es un lugar mágico. Su atmósfera especial te invita a explorar sus templos, observar la vida marina en sus playas de aguas cristalinas y disfrutar de la espectacular vista panorámica. Al igual que en Chichén Itzá, imagina cómo era la vida en esta ciudad costera mientras te adentras en sus calles empedradas y te empapas de la energía que aún se percibe entre sus ruinas.
Eso sí, el legado maya en México va más allá de los sitios arqueológicos más conocidos. El país cuenta con un lugar idílico como Palenque (Chiapas), una joya escondida en medio de la selva tropical. Pasea entre sus pirámides, templos y plazas, y admira los intrincados relieves que cuentan las historias de antiguos gobernantes y deidades mayas. Y si buscas más experiencias auténticas, adéntrate también en la Reserva de la Biosfera de Calakmul (Yucatán). Aquí encontrarás un verdadero paraíso natural donde la selva se funde con las antiguas ruinas mayas. Te sorprenderán esas estructuras que se alzan como guardianes silenciosos del pasado y que te dejarán sin aliento.
Además, en su empeño por conectar estos atractivos turísticos y muchos otros, desde México se impulsará dentro de poco (diciembre de 2023) el llamado ‘Tren Maya’. Un innovador medio de transporte que recorrerá los cinco estados que albergan herencias mayas. En ellos habrá paradas para contemplar 14 pueblos mágicos, cientos de playas, más de 25 yacimientos arqueológicos y seis sitios considerados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Un proyecto único, atractivo y excelente para visitar todos los vestigios de la civilización maya que se conservan en este país.
Guatemala, un tesoro maya en sí
Guatemala, tierra de volcanes y selvas exuberantes, alberga algunos de los sitios arqueológicos más importantes y mejor conservados de la civilización maya. Hablamos de Tikal, una joya arquitectónica repleta de templos y pirámides que emergen entre la densa vegetación. Un enclave que te envolverá con su misticismo y esplendor, permitiéndote contemplar la grandeza de sus plazas y escuchar el eco de los antiguos rituales. No muy lejos de allí se encuentra Yaxhá, otro antiguo enclave maya que te transportará a la época de mayor esplendor de la civilización. Rodeado por dos lagunas, este parque nacional ofrece impresionantes vistas panorámicas y la oportunidad de apreciar sus monumentos a la luz del amanecer o del atardecer. Momentos mágicos en lugares como el Templo de las Manos Rojas y el Complejo Astronómico para conectar con la esencia de esta ancestral civilización.
Otro sitio arqueológico de gran importancia en Guatemala se encuentra en el municipio de San Andrés. Nada más y nada menos que El Mirador, una antigua ciudad maya cubierta por la selva. Conocido como “la cuna de la civilización maya”, este enclave te sorprenderá ante todo por la Gran Pirámide de La Danta, una de las estructuras más grandes del mundo antiguo. Explorar este sitio arqueológico supone adentrarse en un mundo perdido y conectar con las raíces de una de las civilizaciones más enigmáticas de la historia. También destaca en el país el yacimiento arqueológico de Quiriguá, famoso por sus estelas monumentales y su impresionante acrópolis. Aquí podrás admirar detalladas esculturas talladas en piedra que narran la historia y las hazañas de antiguos gobernantes mayas. Te encontrarás ante una auténtica ventana al pasado que te permitirá descubrir la maestría artística y la meticulosa precisión de esta antigua civilización.
Y aparte de los lugares arqueológicos, no podemos olvidarnos de las comunidades indígenas que han preservado sus tradiciones ancestrales. En mercados coloridos, como el de Chichicastenango, podrás descubrir la autenticidad de sus costumbres e, incluso, adquirir un pedazo de la riqueza cultural maya de Guatemala. También son especiales entornos naturales como el lago de Atitlán, un lugar donde la presencia maya aún se siente en cada rincón, rodeado de volcanes y pueblos indígenas. Y es que la magia de este legado la verás reflejada en la vida cotidiana de los guatemaltecos, con la continuidad de antiguas ceremonias y festivales que honran a sus deidades y la naturaleza. Un claro ejemplo es la Semana Santa de la pequeña ciudad de Antigua. Un espectáculo inigualable, donde las calles se llenan de coloridas alfombras de serrín y flores, en una fusión de tradiciones católicas y mayas.
El pasado maya de Belice
A pesar de sus pequeñas dimensiones, Belice es un país bendecido por un legado maya excepcionalmente rico, pues la totalidad de su territorio entraba dentro de la Mesoamérica en la que se asentó la civilización. Uno de sus sitios arqueológicos más impresionantes es Caracol. Enclavado en el corazón de la densa selva de los Montes Maya, fue en su día una de las más poderosas ciudades-estado de esta civilización. Sus majestuosos templos se elevan sobre el dosel verde, ofreciendo la impresionante “Caná” (Templo del Cielo) una panorámica espectacular de la selva circundante. Otro tesoro arqueológico es Lamanai, escondido a orillas del río Nuevo. Esta antigua ciudad ha sido cuidadosamente preservada y ofrece una visión única de la vida cotidiana de los mayas a lo largo de los siglos. Allí podrás explorar portentosos templos, como “La Máscara” y “El Templo Alto”, mientras disfrutas de la exuberante belleza natural que te rodea.
Si te consideras un aventurero intrépido, Actun Tunichil Muknal es una visita obligada. Esta cueva, considerada sagrada por los antiguos mayas, alberga impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, así como una rica colección de artefactos antiguos y esqueletos humanos que se han fusionado con las piedras a lo largo de los siglos. Una experiencia verdaderamente única y sobrecogedora que te transportará al pasado. También te impresionará Altún Ha, famoso por su icónica piedra tallada de jade llamada “Cabeza de Sol”. Esta antigua ciudad comercial fue un importante centro ceremonial y de negocios durante el período clásico de los mayas. Maravíllate con las pirámides cuidadosamente restauradas y explora los campos donde los antiguos mayas practicaban el juego de pelota, una parte esencial de su cultura.
Y si lo que de verdad te gustan son las historias y las leyendas, un sitio cargado de ellas es Xunantunich. Su mayor símbolo no es otro que “El Castillo”, una pirámide de 40 metros de altura que ofrece impresionantes panorámicas desde el cielo. Además, se dice que esta ciudad antigua es el hogar de una princesa maya que todavía vaga por los terrenos, lo que agrega un toque de misterio y encanto a la experiencia.
Todo este legado duradero que dejaron los mayas en esta zona de América Central nos permite comprender hoy en día su compleja cosmogonía, sus prácticas religiosas y su sabiduría matemática y astronómica. Gracias a toda esa herencia, la riqueza cultural de Mesoamérica sigue muy viva, a pesar del paso de los siglos. Por eso, viajar a países como México, Guatemala y Belice te brindará una valiosa ventana al pasado. Además, gracias a la civilización maya, estos tres países han tejido un vínculo significativo entre ellos. Son tres naciones con un rasgo histórico común y una identidad que las hace únicas. Todo este patrimonio te inspirará e, incluso, te emocionará. Porque viajar a través del mundo maya te permite conocer yacimientos, ciudades, poblaciones, paisajes, leyendas… Y experimentar una conexión especial con la tierra en la que hace siglos surgió esta fascinante civilización mesoamericana.