Un recorrido por la Ciudad Antigua de Estambul
Estambul, capital de Turquía y mítica conexión entre Europa y Asia, es sin duda una de las ciudades más interesantes del mundo. Convertida en frontera intercontinental, siendo el último confín del Mediterráneo, esta joya turca cuenta con innumerables quehaceres y riquezas históricas que te dejarán un plácido sabor de boca. Porque, además, si hay un adjetivo que define a la perfección la capital turca es “multicultural”, estando engalanada por la huella imborrable de su pasado, la cual tiene su epicentro en la Ciudad Antigua de Estambul, poseedora de algunas de las principales construcciones de la ciudad y de un ambiente único en el mundo.
Te adelantamos lo siguiente: Todo lo que puedas encontrarte recorriendo sus estrechas callejuelas y paseando sobre sus calles empedradas será motivo de asombro. Sin darte cuenta, harás un viaje atrás a tiempos bizantinos, cuando la ciudad de Estambul llevaba por nombre “Constantinopla”. Ese es el gran valor de la Ciudad Vieja de Estambul. Su pureza, su misticismo, su historia, su vida… ¡Déjate hechizar por la magia de este lugar!
La ciudad de las mezquitas
Si visualizas Estambul en tu mente probablemente te llegará lo mismo que a todos. Un atardecer a orillas del Bósforo con, por supuesto, la silueta de una mezquita con sus minaretes liderando los cielos. Porque, simplificando muchísimo, Estambul es la ciudad de las mezquitas. En cada paseo por su Ciudad Antigua te toparás con una detrás de otra y, claro está, te llegará el característico y singular sonido con el que cada ciertas horas se llama al rezo musulmán, dándole una sensación especial a cada paseo por el casco viejo estambulí.
El llamativo tamaño y arquitectura de la Mezquita Azul la convierten en uno de los edificios más reconocibles de la capital y de toda Turquía. Contemplar su silueta, con sus características torres y su cúpula mirando al horizonte te hará disfrutar de una de tus vivencias más impresionantes. También provocará tu asombro la auténtica oda a la historia bizantina que supone Santa Sofia, una preciosidad de templo del que se destaca ante todo su sala principal. Apogeo de la arquitectura bizantina de la época, comenzó en el siglo VI como basílica ortodoxa, posteriormente pasó a convertirse en mezquita, luego en museo y, desde el 1 de agosto de 2020, de nuevo en mezquita.
Otros lugares de culto islámico característicos de la Ciudad Antigua de Estambul son la Mezquita de Suleyman, la Mezquita de Beyazid o la Mezquita de Sokollu Mehmet. Esta última, además del propio templo, reúne un complejo compuesto por baños, escuela, comedor, antiguo refugio de caravanas y cementerio, así como una simbólica fuente en su patio interior para que los hombres que salen de orar se puedan lavar los pies.
Historia por doquier
Ya adelantábamos que los recorridos por la Ciudad Antigua de Estambul te llevarían a descubrir auténticas joyas históricas de la capital turca ante las que quedar impresionado. Una de ellas, de las más majestuosas, es el Palacio Topkapi, desde donde los antiguos sultanes otomanos gobernaban su imperio. Varios edificios de inconfundible arquitectura turca unidos entre sí por cuatro patios componen este palacio, que alberga una inconmensurable hermosura tanto en su exterior como en su interior. Desde fuera apreciarás unas increíbles vistas del Bósforo y la zona asiática del otro lado del estrecho. Mientras que en el interior podrás conocer el “Harem” de este Palacio Topkapi, el lugar sagrado donde los sultanes hacían su vida privada. El lujo impera en sus aposentos, cocinas, salones, puertas y cúpulas, aunque lo más suntuoso que reúne este palacio son sus famosos tesoros. Joyas y objetos preciosos de valor incalculable se reparten en hasta cuatro salas, reuniendo kilos y kilos de oro, rubíes, esmeraldas, perlas y diamantes.
De menor opulencia, aunque también de un incontestable valor histórico y arquitectónico es la espectacular Cisterna Basílica. Esta obra de la ingeniería bizantina supuso en el siglo VI el antiguo depósito de reservas de agua de la ciudad de Constantinopla. Entre las columnas que componen su recorridos destacan dos que tienen en su base una cabeza de medusa, haciendo referencia a las distintas historias mitológicas del mundo clásico.
Vivir el ambiente de sus calles
Pero, monumentos aparte, si hay algo obligatorio que hacer en Estambul es vivir el ambiente de sus calles. Así de simple. Perderse por esta ciudad es todo un placer, sobre todo si lo haces por el vecindario Sultanahmet, la zona vieja por excelencia. Conecta con la más pura Estambul paseando y viendo pasar la vida en alguna de sus plazas más emblemáticas. Una de ellas, la del Hipódromo, es de suma relevancia por haber sido el centro de las actividades civiles durante la época bizantina. Antes, en época romana, carreras de carros, luchas de gladiadores y diversos actos en honor al emperador tuvieron lugar en esta plaza que, actualmente, es un paseo peatonal emblemático compuesto por un obelisco uno egipcio, otro griego y otro romano.
También es de especial belleza la Plaza Beyazit y, a su lado, un pequeño patio accesible donde se encuentra el Sahaflar Çarsisi o mercado de libros. Aquí encontrarás libros de todo tipo, manuscritos e incluso miniaturas. Un lugar donde que abunda el ambiente estudiantil y al que acuden los amantes de los libros, sobre todos los antiguos.
Hablando de mercados… ¿Sabías que en Estambul se encuentra uno de los bazares más grandes del mundo? Efectivamente, hablamos del Gran Bazar, donde uno puede pasar horas y horas contemplando sus innumerables y hermosas tiendas. Serpentear por sus calles, sentir el olor del cilantro y el jazmín o animarte a regatear con sus comerciantes te supondrá una experiencia única. Pasea sin prisas y déjate llevar por la inercia del Gran Bazar.
Otro entorno donde descubrirás esas clásicas sensaciones de los mercados a pie de calle es en el Bazar de las Especias. Esencia pura de la Ciudad Antigua de Estambul. Allí se palpa su día a día. Desde mercados de joyas y relojes hasta tiendas de cuero, alfombras o, por supuesto, dulces típicos. Y ahora que se menciona… Probablemente después de tanto paseo te haya dado hambre. En eso la “vieja” Estambul también te ayudará, ya que en sus calles encontrarás cantidad de puestecitos ambulantes, en los que sin duda querrás pararte para probar todo aquello que ofrecen. Unas castañas asadas, una mazorca de maíz o alguna rosquilla (simitçi) saciará tu apetito hasta que encuentres tu lugar ideal donde degustar el auténtico e inigualable kebab turco. Probablemente lo hayas probado en otros sitio pero, como el de Estambul, ninguno.
Recorrer la Ciudad Antigua de Estambul es, sin duda, la mejor manera de descubrir los mágicos rincones que esconde. Más allá de sus imponentes mezquitas, su riqueza histórica y la suntuosidad de sus palacios, Estambul es capaz de hechizarte tan solo con el ambiente que se respira en sus calles. Podrás imaginártelo, podrás hacerte una pequeña idea tras leer esta publicación, pero transmitirlo al completo en unas líneas es imposible. Sentirlo verdaderamente tan solo está al alcance de los que se animan a conocer la pureza de Sultanahmet, la Ciudad Antigua de Estambul.