Colombia es un país lleno de tesoros con los que cada visitante disfruta durante su estancia
Fuera de la algarabía de sus ciudades, esta nación contiene un paraíso natural de tal magnitud como es el idílico Parque Nacional Tayrona. Un hermoso lugar en plena costa caribeña que alberga hermosas playas, unas tras otras, a la par que una selva y unos montes dignos de mención. Y es que esta es otra de las facetas que muestra Colombia, un país que nunca dejará de sorprenderte. El Tayrona es su cara más natural y salvaje, donde el ritmo difiere enormemente al que se destila en las principales urbes del país.
Tal es su importancia que este parque natural es considerado una de las reservas ecológicas más significativas del continente sudamericano. Ni más ni menos, porque en él podrás deleitarte con absolutamente todo. Su incontestable belleza natural la compone una envidiable flora y fauna, playas paradisíacas, el esplendor del Mar Caribe y la espectacularidad de la Sierra Nevada de Santa Marta, plagada de restos arqueológicos y otras joyas naturales nada desdeñables.
Además, el Tayrona es un punto ideal para el ecoturismo, donde el disfrute va de la mano con la sostenibilidad, la vanguardia y el medio ambiente. En definitiva, una escapada perfecta a un paraíso natural con tanto por descubrir que no dejará de sorprenderte y en el que vivirás nuevas aventuras. Siendo visita obligada para todo amante de la naturaleza, no estará de más que os presentemos todo el Duende que esta zona del territorio colombiano alberga y tiene por bandera.
El poblado Tayrona y su ‘Ciudad Perdida’
Yendo por partes, la palabra ‘Tayrona’ hace referencia al pueblo precolombino que tenía en este enclave su hogar cientos de años antes de la colonización española. Culturas de pueblos como los Kogi, Wiwa, Arthuacos o los Karkuamo lograron subsistir a la conquista, gracias a que se adentraron en lo más profundo de la Sierra Nevada, donde actualmente viven varias comunidades indígenas.
Este lugar guarda también varias ruinas de asentamientos anteriores. El Tayrona se ha erigido como templo natural en favor de la arqueología precolombina. Y, entre este esplendor de la naturaleza, sobre las montañas, se contemplan la belleza y la magia de estas ruinas. Una de las más importantes es la Ciudad Perdida, a la cual es posible llegar tras una caminata de varios días. Se trata de un poblado tayrona oculto entre la selva de Sierra Nevada, al cual se llega mediante una de las rutas senderistas más impresionantes de América del Sur. Un ‘trekking’ selvático cuya meta es conocer ese antiguo poblado indígena del siglo VIII, considerado uno de los principales sitios arqueológicos de Colombia.
Por la senda que discurre hasta llegar a la Ciudad Perdida presenciarás terrenos donde viven otras comunidades campesinas e indígenas, herederas de aquel legado que dejó el poblado tayrona. La energía que desprenden sus habitantes es algo que de sebe experimentar. Su forma de vida se sustenta en lo sagrado de la madre naturaleza, siendo conscientes del caos que supone para el planeta la globalización que se experimenta en nuestros días. Como muestra de respeto hacia ellos, el Parque Nacional Tayrona cierra cada año en febrero, para que a estas comunidades y al antiguo poblado indígena vuelvan momentáneamente las formas de vida de antaño.
Un paraíso natural en el que perderse
Aparte de toda la historia que le engloba, el Tayrona es considerado un santuario natural, con una fauna y una flora privilegiadas, y una parte esencial de la Sierra Nevada de Santa Marta. Sin este paraíso natural, este lugar no sería lo mismo. Al igual que el parque no sería igual sin sus hermosas y espectaculares playas. A cada paso hay una distinta, cada una con su particularidad.
Si te gusta la soledad, la aislada Playa Brava es lo que buscas. Un pintoresco paraje oculto entre la selva. Un lugar perfecto para el baño, aunque a veces el oleaje puede ser grande. También encontrarás calma en la Playa Boca del Saco. No está constituida como ‘nudista’, pero muchos visitantes practican esta modalidad.
Las dos playas mencionadas son buenas opciones para escapar de la multitud de Cabo San Juan. Esta es la más popular de todas. Verdaderamente hermosa. En forma de ‘V’, uniéndose dos playas en una a través de una punta rocosa. En la parte superior de este punto hallarás un estupendo mirador y una cabaña con hamacas. Es la definición exacta de paraíso tropical, con enormes palmeras que te cobijarán del sol caribeño. Además, otro atractivo de Cabo San Juan es que te da la oportunidad de acampar allí y hacer noche.
Pero no solo hay playas en el Tayrona. La naturaleza de este lugar engloba otras muchas actividades a realizar, como el senderismo. Solo necesitas ganas y unos zapatos cómodos para lanzarte a la aventura de explorar un rincón de Colombia tan especial. Su famoso paseo por la selva, la caminata de las ‘9 piedras’, lo podrás iniciar en Cañaveral. A medida que avanza, el camino variará entre suaves senderos de tierra rodeados de una jungla verde vibrante. Y desde los puntos más altos de este sendero, disfrutarás de unas vistas indescriptibles, de un panorama magnífico de la costa.
Durante este camino, siendo este parque nacional especialmente rico en biodiversidad, tendrás la oportunidad de contemplar alguna de las variedades de especies que viven en este lugar. Una fauna que difícilmente encontrarás en otro lugar del mundo, como son los monos tití, los zorros cangrejeros, los jaguares, los leopardos tigre o los ocelotes.
Además del senderismo, los deportes acuáticos, como buceo, son también perfectos para realizar en el Tayrona. Una actividad ideal con la que dejarte sorprender por la fabulosa vida marina que alberga esta zona de la Colombia caribeña
Sus puntos más cercanos
Como puertas de entrada a este Parque Nacional Tayrona se encuentran la ciudad de Santa Marta y el tranquilo pueblo de Taganga. Son los puntos más cercanos desde donde acceder a este paraíso natural y lugares perfectos donde seguir impregnándote de la fascinante cultura colombiana.
La ciudad de Santa Marta tiene su propia forma de vida. Una agitada urbe portuaria que se convirtió en el primer asentamiento español en Colombia tras la colonización. En todo este tiempo, Santa Marta ha llamado la atención de sus visitantes por su diversidad. Un territorio que posee paisajes tan verdes por su vegetación, montañas que vigilan toda la zona, un sol caribeño resplandeciente, un mar azulado envidiable, playas paradisiacas… Puede decirse que todo lo natural gira en torno a Santa Marta. Además, la Quinta de San Pedro Alejandrino y la última casa de Simón Bolívar terminan por completar las maravillas de esta ciudad, tan orgullosa de su naturaleza como de su historia.
El pueblo de Taganga es otro lugar en el que perderse antes o después de adentrarse al Tayrona. Allí te parecerá que se ha detenido el tiempo. Una pequeña aldea de pescadores situada en una bonita bahía no muy lejos de la propia Santa Marta. El sol, la playa y el mar son el trinomio perfecto para la más absoluta tranquilidad que todo el mundo busca allí, en un ambiente más sosegado que el de Santa Marta.
Hecha la presentación de un lugar tan cautivador como el Tayrona, de seguro que te ha llamado la aventura por indagar esta zona tan especial que, para muchos, tiene todos los componentes de un viaje perfecto. El Parque Nacional Natural Tayrona se perfila siempre como un gran destino y lo corrobora posteriormente después de absorber a todo aquel que se adentra en este paraíso. Pocas pegas puede tener un sitio en el que todo lo que te rodea es hermoso, y en el que cada vivencia supone que tu experiencia allí sean aún más completa y enriquecedora. No te resistas y déjate atraer por un enclave épico, uno de los mejores lugares para explorar en toda Colombia.