El inigualable patrimonio poblano
Puebla es un estado que combina a la perfección naturaleza, patrimonio y sabores tradicionales. Ubicada en la zona central de México, cada lugar que alberga merece la pena ser conocido. Porque Puebla se caracteriza por ser un estado lleno de diversos atractivos, así que no es de extrañar que sea uno de los destinos por los que mayor predilección sienten los viajeros. Ciudades, pueblos mágicos, naturaleza, tradiciones ancestrales y una gastronomía única capaz de impresionar a cualquiera. Todo esto reúne el estado mexicano al que dedicamos nuestro post de hoy.
Quédate bien con lo que te mostraremos a continuación, e incluso guarda el post o toma papel y boli. Puebla tiene tal cantidad de rincones que merecen ser visitados y que te dejarán boquiabiertos que querrás abarcarlos todos.
Tradición y cultura por doquier
Iniciando nuestro recorrido por las ciudades de Puebla, la más destacada es su capital Puebla de Zaragoza, ciudad colonial Patrimonio de la Humanidad, con un sinfín de cosas que hacer y ver para todos los gustos. La zona centro, con su Catedral y Zócalo, te dejarán maravillado, teniendo como grandes atractivos sus resaltables cúpulas y artesanía. La ciudad de Puebla reúne una arquitectura digna de admiración, sobre todo, palpable en sus calles. El Callejón de los Sapos, el Barrio del Artista, Analco o la Zona de Los Fuertes reúnen tal cantidad de riqueza cultural y patrimonial que hacen de Puebla una ciudad única. Y es que es imposible destacar tan solo uno solo de los lugares que hacen de esta urbe algo inigualable. Puebla de Zaragoza está hecha para disfrutarla pero, ante todo, para vivirla.
En cuanto a pueblos mágicos, Cuetzalan es denominado por muchos como el pueblo más mágico de toda Puebla. Sus alrededores, repletos de sorprendentes cascadas, grutas y montañas te darán la oportunidad de sentir el contacto con la naturaleza y adentrarme en una inolvidable aventura, aunque la mayor riqueza de Cuetzalan está en su interior. En las tradiciones y rituales de sus gentes, su arte, su forma de vivir la vida… Sensaciones que tú mismo podrás vivir perdiéndote entre sus callejuelas, repletas de una entrañable artesanía local.
Aunque si hay un lugar en Puebla donde la historia ha dejado un sello de valor incalculable, no es otro que Cholula. Simbología, leyendas, tradición y arte es lo que podrás encontrar en la que fue cuna de la civilización Tolteca desde el 500 a.C. Además, en San Andrés de Cholula podrás deslumbrarte ante la pirámide más grande de Mesoamérica, engalanada con una cordillera nevada a sus espaldas, y erigida alrededor de santuarios prehispánicos y templos coloniales. Una estampa que quedará grabada por siempre en tu retina y que no dejará de fascinarte siempre que la recuerdes.
Naturaleza de fantasía
Vayamos ahora a conocer algunas de las maravillas naturales más impresionantes del estado de Puebla. Al ser México un país con una inigualable riqueza cultural, ni tan siquiera su naturaleza está exenta de vestigios históricos. Un ejemplo claro es la Zona Arqueológica de Cantona, un enclave de 12 kilómetros de longitud que perteneció a la civilización Olmeca-Xicalanca. En esta acrópolis prehispánica podrás divisar antiguas plazas, campos de juegos de pelota, talleres de obsidiana, templos, pirámides, calzadas y calles amuralladas que te harán retroceder en el tiempo miles de años, intuyendo cómo sería la vida en esta fortaleza mesoamericana.
Otra zona de naturaleza a destacar en Puebla es el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, que porta el nombre de la tercera y segunda (respetivamente) cumbre más alta de México. En ella podrás realizar numerosas rusas senderistas e, incluso, hospedarte en alguna de sus cabañas para vivir plenamente una experiencia inolvidable. Aunque la actividad más trepidante para realizar en esta zona es el alpinismo, aprovechando el imponente relieve de las montañas. Apta tanto para expertos como principiantes, quienes serán acompañados por un guía hasta las cumbres
Asimismo, la laguna Alchichica es otro de los grandes atractivos naturales de Puebla. Con un encanto fuera de lo común, situado entre volcanes, este lugar nos invita a salir de nuestra rutina, desconectar, contemplar las aguas de este lago con un horizonte infinito y regalarnos experiencias memorables. Como también lo son las leyendas que giran en torno a la laguna Alchichica. Una de las más sonadas relata que en su fondo habita una sirena de cabello plateado, la cual sube a la superficie cada noche de luna llena.
Una gastronomía única y deliciosa
No creas que los encantos de Puebla solo son accesibles a la vista… ¡También al gusto! Porque toda esa cultura y tradición que caracteriza a los poblanos la han sabido llevar a su gastronomía, convirtiéndola en única y deliciosa. Toda ella es fruto de la mezcla de la cocina precolombina local y la cocina española que llegó tras el período colonial.
El plato estrella por excelencia es sin duda el mole poblano, muy identificado con la cultura de Puebla, compuesto de ingredientes como el guajolote, el chocolate y, por supuesto, el chile. Tal es su importancia cultural y gastronómica que cada mes de junio se celebra en todo México el Festival del Mole Poblano, siendo este un plato que representa a la perfección el patrimonio culinario de Puebla.
Otro mole tradicional de Puebla es el de caderas, un guiso elaborado con carne y hueso de chivo y condimentado con una salsa hecha con chiles guajillo, costeño y serrano, tomate, jitomate, hoja de aguacate, cilantro, limón y ejotes silvestres. Otro plato poblano son los chiles en nogada, degustado los meses de julio, agosto y septiembre, y compuesto de un chile poblano relleno de carne y cubierto de nogada, una salsa preparada a base de nuez de castilla y granada. Y, como postre, nada mejor que endulzarnos con un tradicional camote poblano, elaborado con camote blanco, azúcar, agua, limones y azúcar glas. Toda una experiencia gustativa para tu paladar.
En todas las maravillas que alberga el estado de Puebla, la tradición y la cultura son siempre su hilo conductor, algo de lo que los poblanos se sienten tremendamente orgullosos. Por ello, bastará muy poco para que este sentimiento tan auténtico y autóctono te embriague durante tu visita a Puebla, un estado que de lo poco hace mucho, y ese mucho lo convierte en todo un patrimonio que merece la pena conocer y disfrutar.