La isla de Praslin, una de las perlas de las Seychelles
Además de ser un auténtico paraíso de playas, las islas Seychelles ofrecen todo tipo de actividades y atracciones a los visitantes que se aventuran a conocer este singular archipiélago del Océanos Índico y que buscan sumar a sus vidas una experiencia inigualable y única. Porque unas vacaciones sin estrés, pero emocionantes, son posibles en este país, donde podemos ofrecerte un viaje único y a medida capaz de superar tus expectativas.
Si lo que buscas es un remanso de paz y tranquilidad a la vez que un lugar donde vivir aventuras y sacar el explorador que llevas dentro… ¡Las islas Seychelles es tu destino! Ya conocerás por nuestro blog todas las maravillas naturales y marinas que alberga este archipiélago, además de las leyendas piratas que imperan en su historia. Sin embargo, con el post de hoy, queremos poner en foco en uno de los lugares más imponentes del país -y, probablemente, del planeta-… ¡La isla de Praslin!
Descubre junto a nosotros el Duende que alberga este bello paraje rodeado de impresionantes playas, aguas de color esmeralda y exuberantes selvas tropicales. Esta hermosa isla, situada al noreste de la capital Mahé, es conocida por ser la segunda más grande de las Seychelles. Desde el cielo la percibirás como una cresta montañosa cubierta de jungla, aunque será una vez allí donde descubrirás verdaderamente todos los tesoros con los que cuenta.
Anse Lazio, un paraje de ensueño
Seychelles es sinónimo de playas paradisiacas, y la isla de Praslin no iba a ser una excepción. Lujosas arenas blancas y finas que rodean sus costas bañadas por aguas turquesas. Aunque si hubiera que destacar una, sin duda sería la playa de Anse Lazio, situada en el noroeste de Praslin y flanqueada por rocas. Una playa que no es demasiado estrecha, ni demasiado larga. Ideal para sus visitantes y que, además, cuenta con un hermoso telón de fondo compuesto únicamente de árboles. El paraíso virgen más impresionante que podrás encontrar.
Habitualmente, Anse Lazio ha sido considerada oficialmente como una de las playas más bellas del mundo. No obstante, este galardón no ha propiciado que el lugar esté demasiado concurrido, por lo que te será fácil encontrar un lugar en el que relajarte, tomar el sol y perder completamente la noción del tiempo.
Además de esta, otras playas que merece la pena visitar en Praslin son las de Anse Georgette, Anse Volbert, Anse Consolation o Cote d’Or Beach. Todas ellas destacan también por sus increíbles y excelentes paisajes para disfrutar y fotografiar, así como por sus aguas perfectas para nadar y practicar esnórquel, actividad gracias a la que podrás maravillarte con el espectáculo marino con el que Praslin cuenta.
Un interior natural imponente
Conocida la costa de Praslin es el momento de adentrarse en el interior de la isla, conformado la mayor parte por el Parque Nacional de Praslin, un refugio para platas y aves raras, autóctonas y endémicas de la isla, siendo una de las más características y exclusivas el loro negro.
En Praslin no hay ninguna carretera que se adentre en el interior de la isla, por lo que la única forma de llegar y explorar este Parque Nacional es a pie. Existen varios senderos cortos que diseccionan toda la zona y permiten realizar una exploración a fondo de todo este territorio natural mientras se realiza una estupenda ruta senderista. Sin embargo, el camino oficial lo marca el sendero ‘Glacis Noire’, el cual de dará una sensación auténtica del bosque de Praslin. Además, su final lleva a un mirador que te deleitará con espectaculares vistas de las islas de La Digue, Ile Ronde, Felicite, Marianne y, más alejadas, las islas Denis, Mahe y Fregate.
Por otra parte, ‘Glacis Noire’ se encuentra justo antes de llegar a Vallée de Mai, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, al que ya asimilamos en la anterior publicación como “un jardín del Edén seychelense”. Uno de sus aspectos más destacables es que en su interior crece la palma endémica de ‘coco de mer’. Además, inmerso en sus palmerales, tendrás la sensación de escuchar la lluvia aunque en realidad haga un sol radiando, debido al sonido que crea choque de hojas tan grandes y pesadas
Asimismo, otro punto de naturaleza a destacar dentro de Praslin es el Parque Natural Fond Ferdinand, situado al sur de la isla. Al estar menos frecuentado, sentirás sentirte dueño de todo el barranco sobre el que se impone, plagado de palmeras, canelos y otras especies endémicas de las Seychelles como los cocoteros. Su gran atractivo es subir los 683 escalones hasta la cima de la colina, desde la que se divisa toda la ‘Baie Ste Anne’ y las islas circundantes.
Una cultura palpable en sus pequeños mercados
Por último, en toda estancia que se precie en la isla de Praslin y, por ende, en Seychelles, los viajeros deben disfrutar de los pequeños marcados y tiendas locales que se encuentran repartidos por la zona. Ya antiguamente, Praslin fue un puerto de relevancia para comerciantes árabes, antes incluso de convertirse en un lugar en el que los piratas escondían sus tesoros.
Hoy en día, en todos los pueblos costeros que alberga la isla, podrás encontrar algún que otro tenderete donde comprar pan fresco y pez vela ahumado, dos de sus grandes exquisiteces gastronómicas. Además, por la carretera, son también frecuentes los puestos de venta de fruta fresca y de pescados, con la pesca del día. También existen pequeños puestos de souvenirs dispersos por la isla, donde llaman la atención los pareos, los aceites aromatizados y sus artísticos grabados y cuadros hechos por los propios artistas locales.
Lejos de las típicas cadenas comerciales y supermercados, comprar en Praslin resulta una experiencia nueva y refrescante para el viajero, que se adentra de lleno en la cultura y la fabricación local, disfrutando de un proceso de venta que se lleva a cabo de manera relajada. Además, los seychelenses aman compartir sus riquezas gastronómicas y culturales y te invitan con entusiasmo a que conozcas todo lo que les envuelve.
Viendo todo lo que engloba a Praslin, sus increíbles playas, su imponente naturaleza y su riqueza cultural local, no es de extrañar que esta isla sea una de las más enaltecidas de Seychelles y que todos nuestros viajeros guarden de ella un recuerdo memorable.