Hoy os llevamos a Colombia, país que a pesar del injusto estigma de peligroso, sorprende a quien lo visita por la diversidad de paisajes.
Desde playas caribeñas a húmedas selvas tropicales pasando por eclécticas ciudades, salpicados por coloridos chinchorros (hamacas para sestear o cama improvisada para dormir). La uniformidad de su clima durante todo el año, su cultura y sobre todo la vitalidad y simpatía de su gente.
Es difícil aconsejar un destino en este inmenso país que lleva el ritmo en su sangre y hace vibrar con sus emociones. Para no llevarnos sorpresa, empecemos por las ciudades más significativas y turísticas.
Iremos primero a la “ciudad heroica” como es conocida Cartagena de Indias que suma a los encantos de su arquitectura colonial, una intensa vida nocturna, festivales culturales y playas que invitan a descansar y divertirse con la refrescante brisa y las tibias aguas del Caribe.
En esta ciudad hay innumerables planes para hacer toda clase de turismo, pero no olvidemos visitar el impresionante Castillo de San Felipe de Baraja, joya que data del s.XVII. Conocer la noche de la zona colonial sobre un carruaje de caballos y probar sus delicias culinarias como el arroz con chipi-chipi o el lomo de cerdo con en salsa de tamarindo.
El segundo destino turístico es sin duda Medellín. Ciudad en pleno renacimiento y transformación a pesar de su mala fama por causa del Cartel de Pablo Escobar, pero eso es pasado. Después de la trasformación radical que ha llevado su urbanismo social ahora podemos decir que tiene seguridad y su gente vive en unas condiciones dignas. Ejemplo de ello es el famoso “metro cable” que transcurre por las empinadas pendientes hasta las viviendas más humildes del extrarradio.
Su agradable clima hace que tradicionalmente se le conozca como la ciudad de la eterna primavera. Además del clima, su paisaje montañoso y espacios verdes convierten los recorridos de la ciudad en una experiencia única.
Lugares como el Jardín Botánico, o el parque de Los Pies Descalzos son sitios para no olvidar. Así como el Museo de Antioquia, dedicado en buena parte a la obra del maestro colombiano Fernando Botero, cuyas figuras exuberante y llenas de ternura engalanan muchas zonas de la ciudad.
Para disfrutar de la noche hay que ir a la zona de El Poblado. Aquí existe una variada oferta de bares, discotecas y restaurante donde probar la comida típica como los tamales y la bandeja paisa.
Antes de irnos de Medellín hay que destacar también, la celebración en Agosto (1957) de La feria de las Flores. Reconocida a nivel mundial y que se ha convertido en uno de los símbolos de la cultura “paisa” (nombre de los habitantes de Medellín).
Si seguimos bajando y explorando las ciudades más interesantes del país no podemos dejar de visitar a la más grande y capital de Colombia; Bogotá. Ciudad diversa, multicultural y sobre todo verde gracias a sus parques y a su orientación a los cerros orientales de los Andes.
Gracias a esa fusión de pasado y presente, en ella encontramos un destino ideal con historia, diversión, gastronomía y mucho más. Pero no podemos irnos de la ciudad sin realizar una visita al realmente espectacular, el Museo del Oro. Es donde se expone la colección de orfebrería prehispánica más grande del mundo.
Como otra curiosa recomendación, apuntar que en domingos y festivos, es muy interesante utilizar la famosa “ciclovia”. Para pasear, montar en bici, o simplemente caminar por los 120 km que recorre las principales vías de la ciudad. Pudiendo hacer una parada en los famosos Mercados de las Pulgas donde podremos encontrar toda clase de objetos que solo se verán allí. Aunque su clima es templado y agradable, no olvidemos llevar un paraguas por si nos sorprende un corto y repentino “palo de agua”.
A una hora aprox. de esta ciudad tenemos otro destino de gran atractivo. De puro ritmo como se le conoce a la capital del Valle del Cauca, Cali. Con historia, vida cultural activa y unos ritmos musicales únicos. Gracias a su riqueza étnica, que van desde el currulao de la costa del Pacifico hasta la contagiosa y frenética salsa de la ciudad.
Hay que conocer algunas iglesias coloniales, zoológico o museos y como no probar también su sabrosa comida. Platos como, sus empanadas vallunas, las tortas de plátano verde con hogao o las cocadas.
Y para terminar el día, uno de los mejores planes para hacer en Cali, salir de fiesta por la zona de Juanchito donde abundan los danzodromos. Un ambiente único y trepidante a ritmo de salsa.
No deberíamos dejar Colombia sin conocer la zona de caribe colombiano de mar azul, verde, y de tonos lila que nos ofrecen algunos de sus islas. Un ejemplo de ello es la zona de San Andrés y Providencia. A estas islas llegan viajeros de todo el mundo en busca de sus playas de arena blanca. Atardeceres perfectos, altas palmeras verdes que cimbrean con la brisa y la simpatía de los lugareños.
San Andrés y Providencia San Andrés y Providencia San Andrés y Providencia
Es un pequeño paraíso donde, la influencia inglesa, española, y pirata mezclada con el pueblo afro, dió como resultado una cultura de mucha riqueza. Esta fusión cultural ha dejado una importante influencia en la música, entre las que se encuentran ritmos como el reggae, la soca, el merengue, el vallenato y la salsa.
Si disponemos de tiempo, una experiencia única es la visita a la isla de Johnny Cay, a 15 minutos de San Andrés. Famosa por sus playas de arena blanca, sus verdes palmeras sus mojarras fritas con plátano y sus deliciosos cócteles como el tradicional cocoloco.
En San Andrés puedes hacer muchas actividades en ese mar de colores. Disfrutar del Acuario en mar abierto o en sus paradisíacas playas protegidas por su hermosa barrera coralina.
¿Qué te ha parecido este paso que hemos hecho por Colombia?
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