Las cataratas Havasu, un paraje de bellas aguas en el desierto
El Gran Cañón del Colorado, uno de los parajes naturales más famosos de Estados Unidos y del mundo, es uno de esos lugares imprescindibles para visitar en tu ruta por el oeste del país. Un territorio imponente del estado de Arizona que no deja indiferente a ningún amante de la naturaleza que hasta allí se acerca para contemplar la inmensidad de sus capas de roca rojiza. El parque natural en el que se encuentra esta formación atrae a millones de visitantes cada año, siendo considerado el Gran Cañón una de las siete maravillas naturales del mundo.
Sin embargo, además de todo el esplendor y la imponencia que desprende este lugar, el norte de Arizona esconde otras joyas naturales espectaculares. Tesoros de la naturaleza que sobresalen por encima de todo y ofrecen una imagen de ensueño inimaginable. Por eso, nuestro post de hoy va dedicado a una de esas maravillas, un rincón de aguas turquesas envuelto en el misticismo de una tribu de antiguos indios americanos que contrasta con las tonalidades rojizas y cálidas de los alrededores del Gran Cañón. Hablamos de las cataratas Havasu, una zona ubicada al suroeste del parque nacional y que impacta con su belleza a todos los que hasta allí son capaces de llegar. Saltos de agua, piscinas naturales, temperaturas agradables… Un paraíso mágico escondido no muy lejos de una de las zonas más turísticas de Estados Unidos y protegido por los indios americanos de la reserva Havasupai. Estás pues ante un paraje natural de embriagadora belleza envuelto en un ambiente que te transportará a tiempos de antaño, en los que los sabios antepasados de esta tribu aprovechaban el agua de que emanaba de sus tierras para sus hechizos y rituales de sanación.
¿Quiénes son los Havasupai?
En lengua havasupai, este nombre significa ‘gente de las aguas azul verdosas’, en relación a las famosas cataratas Havasu y su tonalidad. Estos indios americanos -llamados antiguamente ‘Havasu Baaja’- se ubican desde hace casi un siglo en el remoto poblado de Supai, a ocho millas del famoso Gran Cañón, donde sus habitantes continúan desarrollando un estilo de vida tradicional basado en la agricultura -destacan sus huertas de duraznos- y la caza.
Los Havasupai son los únicos que mantienen su hogar en las profundidades del cañón. Se consideran sus guardianes y protectores y, antes de que en 1919 se constituyera el parque nacional que hoy se conoce, estos indios americanos se iban repartiendo por temporadas para residir en diferentes lugares dentro y alrededor del Gran Cañón. Gracias al agua de las cataratas y de otras cascadas que brota oculta de la tierra caliza, los Havasupai han logrado sustentarse durante años y han podido regar sus campos de maíz, calabaza y frijoles, permitiéndoles subsistir en el ardiente y profundo desierto.
Actualmente hay cerca de 650 miembros de la tribu Havasupai, teniendo su hogar la mayoría en su mítico poblado Supai. Desde allí no solo mantienen sus costumbres, sino que participan en el turismo. Eso sí, siempre velando por preservar la belleza del inigualable espacio natural que son las cataratas Havasu.
Como administradores del territorio, los Havasupai han fijado ciertas normas de obligado cumplimiento para todos los visitantes. Por eso, debes tener en cuenta que para visitar el hogar de estos indios americanos tendrás que solicitar un permiso para recorrer la zona, en la que además están prohibidos el buceo y la escalada. Sin reserva para dormir en el camping o lodge de su propiedad no podrás entrar a la zona de las cataratas Havasu, ya que es obligatorio hospedarse al menos una noche para evitar los viajes de un día de ida y vuelta a las cataratas.
La llegada a Supai, toda una experiencia
Desde hace años y años los Havasupai habitan en esta zona árida y desértica de Arizona. Duros e intensos caminos que no hacen que sea fácil llegar al poblado Supai, desde donde se accede a las cataratas Havasu. Las opciones para hacer el recorrido son a pie, en mula o caballo, o en helicóptero. Posibilidades escasas y complejas, teniendo en cuenta además el intenso sol que puede azotar el territorio de Arizona. Eso sí, sea cual sea tu elección, vivirás una experiencia sinigual y te merecerá muchísimo la pena adentrarte en un verdadero paraíso terrenal de gargantas rojizas y frondosa vegetación donde cobijarte a la sombra.
El esplendor de las cataratas Havasu
Río abajo del poblado Supai te toparás con el prodigio natural que son las cataratas Havasu, del que te sorprenderá el llamativo color azul turquesa de sus aguas, en contraste con lo rojizo de las tierras que allí abundan. El magnesio y el calcio producen esta bella tonalidad, resultado de la alta mineralización. Antes incluso de llegar allí ya empezarás a oír el correr de sus aguas, hasta quedarte finalmente pasmado ante una de las estampas naturales más bellas del planeta.
La caída del agua es muy cambiante, así que desde sus 37 metros de alturas presenciarás una o dos corrientes que caen hacia una piscina que se extiende en varias terrazas. Un placer inigualable para la vista y una tentación para el cuerpo. ¡No podrás resistirte a darte un chapuzón bajo las aguas de las cataratas Havasu! Porque no hay nada como disfrutar de un relajante baño, pudiendo incluso notar ciertas mejoras en tus articulaciones y músculos. ¡Siéntete un Havasupai más y aprovecha las propiedades terapéuticas de estas aguas!
Ameniza tu baño con el sonido del agua cayendo y chocando, y con el eco que se forma entre las paredes de la garganta de roca rojiza. Una sensación impresionante, como los varios miradores que por allí encontrarás desde donde podrás tomar memorables fotografías para inmortalizar un lugar único en el mundo. Además, no importa la época del año en la que vayas. La belleza de este sitio es inamovible, aunque sus colores y las condiciones del terreno varíen según el clima.
Otros increíbles saltos de agua
El reconocimiento y la belleza de estas cataratas Havasu son innegables, aunque no es menos cierto que hasta llegar a ellas y en sus alrededores encontrarás otros saltos de agua que bien merecen ser tenidos en cuenta. Dos grandes cascadas son las de Nueva Navajo y Rocks, engalanadas con una abundante vegetación y pozas azuladas de poca profundidad. Ambas surgieron de una riada en 2008, la cual fue tan fuerte que las piedras y el barro destruyeron la antigua cascada Navajo, dando lugar a estas dos nuevas.
Eso sí, la cascada más alta es la Mooney, la cual llega a una magnífica piscina para el baño y conforma una maravillosa y bella estampa que alegra la vista. El camino hasta llegar ahí no es sencillo, aunque siempre podrás encontrar algún escalón de madera o cadena artificial que te ayude para dar con este fantástico entorno.
La última gran cascada que podrás encontrarte antes de iniciar el camino de vuelta a Supai son las Beaver, con preciosas terrazas de agua formadas al unirse el cañón Beaver con el Havasu. Una ruta senderista no muy compleja te ayuda a acceder a este lugar, cruzándote de por medio varias con un arroyo que hace de guía, hasta llegar a una subida que deberás hacer con ayuda de una cuerda.
La aventura y las nuevas experiencias están más que aseguradas, como también lo está la posibilidad de contemplar y disfrutar de un lugar inimaginable y de tanta belleza. Descubrir todos los encantos del hogar de los Havasupai es una sensación increíble para todo aquel que apueste por esta encantadora y enriquecedora cita con la naturaleza.
¿Te animas a descubrir las maravillas naturales que ofrece Estados Unidos?