Tumbona, cócteles, sol, playas magníficas, aguas cristalinas… Es lo clásico cuando se piensa en un destino como Mauricio, pero hay mucho más. Esta isla tiene múltiples facetas, pese a sus pequeñas dimensiones. Hay una que vibra, que acelera el pulso y que se vive en movimiento. Porque Mauricio no solo se contempla; se salta, se trepa, se surfea, se respira a fondo… Aquí, entre selvas húmedas, lagunas turquesas y montañas míticas, la adrenalina encuentra su paraíso tropical. Y lo hace sin perder el alma, ese Duende que tanto caracteriza este destino. Todo se mueve alrededor de una naturaleza auténtica y un montón de formas de disfrutarla intensamente.
¿Te imaginas descender por una cascada en medio de la selva? ¿O deslizarte en tirolina sobre un valle cubierto de helechos gigantes? ¿Surcar el océano con una vela al viento o nadar entre tortugas y corales? En Mauricio, todo eso es posible… ¡Y mucho más! Porque si algo tiene esta isla es que sabe combinar aventura y belleza con un equilibrio perfecto. Y desde Planes con Duende te mostramos cómo lo hace.
Barranquismo y tirolinas entre cascadas y selva
Si hay un lugar en Mauricio donde la selva se convierte en parque de aventuras, es Chamarel. Este rincón del suroeste de la isla esconde valles profundos, cañones tallados por el agua y cascadas que invitan a ser exploradas desde dentro. Aquí es donde el barranquismo (o canyoning) se convierte en una experiencia inolvidable. Equipado con casco, arnés y muchas ganas, te adentras en ríos escondidos, descensos por roca, pozas naturales y saltos que te despiertan hasta el alma. Además, cada tramo es distinto. A veces hay que nadar, otras caminar entre piedras, y en otras… Simplemente dejarse llevar por el agua y gritar de emoción. Los descensos por cascadas como Eau Bleue o los cañones de Tamarin Falls te hacen vivir el lado más salvaje del entorno. Una forma muy real de meterte dentro del corazón verde de la isla.
Y si lo tuyo no es mojarte tanto pero sí volar, no puedes dejar pasar la oportunidad de probar alguna de las tirolinas gigantes que cruzan los valles tropicales. En lugares como Casela Nature Parks o Domaine de Chazal, puedes lanzarte por cables de más de 300 metros de largo, con el estómago encogido y los ojos abiertos de par en par. El silencio de la selva, el zumbido del cable, el viento en la cara y ese instante en el que parece que estás suspendido en otro mundo… ¡Eso también es Mauricio! Y es un subidón de los buenos.

Kitesurf y paddle en Mauricio
Si en tierra la aventura te lleva por cañones y montañas, en el agua el viento se convierte en tu mejor aliado. Y el lugar por excelencia donde se desata esa magia se llama Le Morne. Esta península del suroeste de la isla, coronada por su mítica montaña donde puedes hacer trekking, es uno de los mejores lugares del mundo para hacer kitesurf. Aquí el viento sopla con fuerza constante, la laguna está protegida por un arrecife que crea olas perfectas y el agua tiene ese azul que no necesita filtros. Tanto si eres principiante como si ya sabes surcar el mar con una tabla, encontrarás escuelas, instructores y un ambiente surfero relajado, pero apasionado. Verás cometas de colores danzando en el cielo, saltos imposibles y sonrisas. Porque hay pocas cosas más liberadoras que deslizarte a toda velocidad sobre el agua con el viento como motor.
¿Prefieres algo más tranquilo, pero igual de especial? Entonces el paddle surf puede ser tu opción perfecta. Imagínate remar sobre una tabla en aguas transparentes, ver peces bajo tus pies y sentir que flotas… Puedes hacerlo al amanecer, cuando el mar está en calma total, o al atardecer, con el sol tiñendo de oro las montañas. Y si te animas a explorar, puedes llegar remando hasta rincones escondidos, pequeñas playas solitarias o incluso manglares costeros donde la naturaleza te envuelve en un susurro. Así compruebas de primera mano que, en Mauricio, el mar no solo se mira. También se vive, se recorre y se conquista.



Aventuras bajo el mar en Mauricio
Pero si algo tiene de especial Mauricio es que su aventura no termina en la superficie. Bajo el agua, la isla guarda un mundo aparte: jardines de coral, peces multicolor, tortugas, delfines y naufragios silenciosos que cuentan historias de otros tiempos… Para los amantes del snorkel, las opciones son infinitas. Basta con unas gafas, un tubo y ganas de asomarse a otro universo. En lugares como Blue Bay, Flic en Flac o Île aux Cerfs puedes ver bancos de peces de colores, anémonas danzando y, con suerte, hasta una tortuga marina cruzándose en tu camino.
Si quieres ir más allá, el buceo en Mauricio es una de las joyas menos conocidas de la isla. Hay más de 20 sitios reconocidos, con cuevas submarinas, restos de barcos coloniales y paredes coralinas que te dejarán maravillado. Además, en casi toda la isla encontrarás centros de buceo que ofrecen cursos para principiantes y salidas para buceadores experimentados. Y lo mejor es que, en muchos de estos lugares, no hay masificación, así que la experiencia se siente íntima y auténtica. Y para completar la aventura marina, nada como subirte a una piragua criolla, esas embarcaciones de madera que siguen navegando como hace décadas.



Mauricio no es solo una postal de relax. Es una isla que late con fuerza, que invita a moverse, a explorar… Un destino en el que vivir la aventura en su versión más salvaje y bella. Desde descender por cascadas ocultas en la selva, hasta dejarse llevar por el viento en una tabla, pasando por nadar con tortugas o remar sobre aguas cristalinas, la adrenalina en Mauricio tiene mil formas. Y todas tienen algo en común, que están en plena naturaleza, a la que se trata con respeto. Así que, si buscas un destino donde puedas combinar la emoción del movimiento con la belleza del entorno, Mauricio te lo pone fácil. No hace falta renunciar a los momentos de descanso, pero te garantizamos que los instantes más memorables vendrán acompañados de adrenalina. Calma y acción; descanso y latido. En Mauricio, ese equilibrio es perfecto. ¡La aventura te está esperando!