Turquía como destino sostenible
El turismo sostenible es una tendencia en auge en la nueva vertiente viajera. Cada vez son más los destinos que apuestan por minimizar el impacto sobre el medio ambiente y la cultura autóctona, y a contribuir a generar ingresos y empleo para la población local. ¡Turquía no iba a ser menos! Este país, al que hemos dedicado nuestras publicaciones del mes de enero en Planes con Duende, es una muestra más de destino que sigue los principios de sostenibilidad, aprovechando que el turismo es uno de sus principales baluartes.
Sea cual sea el lugar, el desarrollo sostenible siempre será necesario para mantener lo atractivo de un destino a largo plazo. Y Turquía tiene infinidad de encantos con los que seducir a sus viajeros. Buen tiempo, historia, cultura, gastronomía… Todo goza de un gran reconocimiento, aunque el país tiene mucho más que ofrecer. Sus espacios naturales y rutas verdes tampoco te dejarán indiferente. Por ello, es importante dotar a todos estos atractivos de un plan sostenible que ayude a preservar todas estas maravillas de Turquía.
Una apuesta firme por la sostenibilidad
No hablamos de ilusiones, sino de hechos reales. Turquía apuesta firmemente por la sostenibilidad de sus destinos. La Agencia de Promoción y Desarrollo Turístico de Turquía (TGA) ha firmado recientemente un acuerdo con el Consejo Global de Turismo Sostenible para potenciar las prácticas sostenibles de la industria turística del país. La sostenibilidad turca está en marcha. Además, el gobierno de Turquía se ha convertido en el primero en el mundo en firmar dicho acuerdo, señal de que el país quiere dar un paso más en su apuesta por el turismo responsable.
Ya durante el pasado año 2021, Turquía destacó por erigirse como un destino seguro para sus visitantes. Seguridad, compromiso y sostenibilidad, palabras que en el país llevan por bandera de cara al turismo. Las medidas adoptadas en transportes, alojamientos, instalaciones, bienestar y salud hicieron que Turquía batiera su récord de turistas pese al coronavirus. Ahora, en 2022, el país comenzará a implementar de forma gradual prácticas más sostenibles que lo conviertan en un destino completo y concienciado con su propio bienestar, el de su población y el de sus viajeros.
Tal es la implicación de Turquía por la sostenibilidad que ciudades tan importantes como Ankara, Esmirna y, recientemente, Estambul se han unido al programa ‘Ciudades Verdes’ del Banco Europeo, el cual apoya proyectos urbanos sostenibles con el medio ambiente. Estas tres ciudades son una muestra más de la apuesta turca por las infraestructuras favorables al medioambiente, la regeneración urbana y la eficiencia y energía renovables.
Gürsu, ejemplo de sostenibilidad en Turquía
Precisamente, la Comisión Europea destacó hace pocos meses una pequeña ciudad turca como claro ejemplo de turismo sostenible y prácticas de transición verde. Gürsu, situada en la provincia de Bursa, al sur de Estambul, fue preseleccionada para el premio Destino Europeo de Excelencia 2022 (EDEN), habiendo demostrado los impactos positivos que el turismo sostenible tiene para su población.
Gürsu no escatima en esfuerzos para con sus paisanos y visitantes. Las prácticas ecológicas y de sostenibilidad están a la orden del día en esta ciudad. Medidas medioambientales, proyectos sociales, planes de turismo sostenible… Acompañado todo ello de inversiones y esfuerzos destinados a mejorar las prácticas agrícolas y la experiencia de sus viajeros.
Además, con la intención de seguir mejorando en estas prácticas, la ciudad pone en marcha diversos programas de captación y educación. De esta manera, conciencia a habitantes y visitantes sobre prácticas ecológicas y sostenibles. Y es que la población de Gürsu es quien está más interesada en participar en estos proyectos, beneficiándose esta misma de todas las medidas de protección ambiental adoptadas.
Las infraestructuras impulsadas por el turismo que aumentan la creación de empleo y mejoran las experiencias de residentes y visitantes están presentes en los mayores atractivos turísticos de Gürsu. A destacar, el Parque Botánico Soganli, el Castillo de Kestel o el Cumalikizik, mientras que a las afueras es posible contemplar grandes y espléndidos bosques, sobresaliendo el Parque Nacional de Uludağ, con impresionantes paisajes que parecen sacados de un cuento.
El impulso de Turquía oriental
Con su apuesta por el turismo sostenible y responsable, Turquía busca además impulsar las visita a la zona oriental del país, la menos desarrollada pero con un incalculable valor cultural. Promoviendo el producto local y protegiendo su patrimonio, el este turco comienza a ser un reclamo para turistas. Si te aventuras a conocer la Turquía oriental, tanto tú como sus poblaciones os beneficiaréis de verdaderas prácticas de turismo sostenible, desarrolladas por parte del gobierno central y local.
Respetar el valor de sus bienes culturales fue el objetivo que las zonas orientales de Turquía se marcaron, con la intención de atraer a personas de otros países, con otras creencias y otras formas de vida. Así, el panorama internacional apreciaría como se merece la riqueza cultural del este turco. El encantador pueblo de Trebisonda bañado por el Mar Negro, las imponentes montañas de Uzungöl, la original mezcla cultural interfronteriza de Kars, las iglesias en ruina de Ani, los montes y llanuras que rodean Doğubeyazıt, el lago de Van, el histórico castillo de Sanliurfa, el templo de Göbeklitepe o el impresionante Monte Nemrut son solo algunas de las maravillas con las que podrás deleitarte por la Turquía más desconocida, pero a la que se le busca dar el lugar que merece.
Turquía tiene más que claro su rumbo al turismo sostenible. El fomento de la economía local, la protección medioambiental y la protección de la cultura local, la diversidad y su patrimonio están a la orden del día, ya sea en zonas tan relevates como Estambul o Ankara, o bien en otras más pequeñas y desconocidas como Gürsu o el este del país. Turquía ofrece experiencias y vivencias únicas a sus viajeros, velando por supuesto por la seguridad y calidad de visitantes y autóctonos. En su objetivo hacia el turismo responsable intervienen todas las partes posibles, desde administraciones públicas hasta empresas privadas, que han mirado por la adaptación de sus proyectos para que estos sean respetuosos con el ecosistema, con mínimo impacto sobre el medioambiente y la cultura local.
De cara a este nuevo año, el impulso del puente en suspensión más largo del mundo la ciudad marítima de Çanakkale, la restauración de la Torre de la Doncella en Estambul y la distribución turística por el mar Egeo son las metas a corto plazo que se establece Turquía, un país repleto de destinos que llamarán tu atención por su variedad de tesoros culturales y proyectos de turismo verde y sostenible, como los citados anteriormente.