Tailandia es un destino con mucho Duende. Impresionantes paisajes, una cultura vibrante, una hospitalidad envidiable… Este es un país que invita a ser descubierto, ¿por qué no a tu propio ritmo? Y es que, ya sea que prefieras pedalear por tranquilos caminos costeros, explorar exuberantes selvas montañosas o disfrutar de la vibrante vida urbana de las ciudades tailandesas, este maravilloso destino ofrece una experiencia inolvidable sobre dos ruedas. Prepárate para sumergirte en paisajes únicos, llenos de playas paradisíacas, verdes campos de arroz, cascadas rugientes y templos centenarios. Desde Planes con Duende te vamos a guiar a través de diferentes formas distintas de explorar Tailandia, cada una con su encanto particular y llena de aventura.
Descubriendo las costas de Krabi y Phuket en bicicleta
Las provincias de Krabi y Phuket son auténticos paraísos tropicales. Estas regiones del sur de Tailandia son mundialmente conocidas por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y majestuosas formaciones de piedra caliza kárstica que emergen del mar y la tierra como esculturas naturales. Por eso, recorrer estas costas en bicicleta es una experiencia única que combina tranquilidad, belleza y aventura.
En Krabi, el encanto radica en sus tranquilas carreteras secundarias, ideales para pedalear de manera relajada. Puedes ir desde la ciudad de Krabi hacia Ao Nang, disfrutando de las vistas al mar y a los imponentes acantilados de piedra caliza. A lo largo del camino, podrás detenerte en pequeñas aldeas locales para degustar frutas frescas o un plato de pad thai preparado al momento. Y, si estás listo para un reto, toma un desvío hacia el famoso Templo de la Cueva del Tigre (Wat Tham Sua); aunque requiere subir varios escalones, ofrece vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.
Por otro lado, Phuket es también perfecta para recorrer su costa en bicicleta. Desde el extremo sur de la isla, en Rawai, hasta las populares playas de Patong o Kamala, encontrarás rutas que atraviesan frondosas áreas verdes y carreteras junto al mar. Te recomendamos hacer una parada en las tranquilas playas de Nai Harn y Surin, ideales para descansar después de una jornada de pedaleo. Y si buscas algo más desafiante, las colinas de Phuket te permitirán disfrutar de increíbles miradores, como el famoso Promthep Cape, donde el atardecer es simplemente espectacular.
Pedaleando por Chiang Mai y sus verdes alrededores
Si las costas Krabi y Phuket te han dejado ya impresionado, Chiang Mai y sus alrededores no serán menos. En este caso, esta zona del norte del país representa el corazón montañoso y selvático de Tailandia. Y es que esta región es conocida por su riqueza natural y cultural. Con lo cual, al recorrerla en bicicleta, podrás sumergirte en paisajes de ensueño y descubrir la hospitalidad de sus encantadores pueblos rurales.
Un punto de partida ideal es la ciudad de Chiang Mai, donde puedes pedalear por las tranquilas calles de su casco antiguo, rodeado por murallas y fosos históricos. Desde allí, aventúrate hacia los alrededores y descubre una exuberante campiña verde salpicada de campos de arroz, granjas y templos escondidos. Una ruta popular lleva hacia San Kamphaeng, donde podrás visitar talleres de artesanía local y sumergirte en las famosas aguas termales de la zona.
Ahora bien, si buscas una experiencia más aventurera, no puedes perderte el Parque Nacional Doi Inthanon, hogar de la montaña más alta de Tailandia. Este parque es un sueño para los amantes de la adrenalina que disfrutan de los desafíos, pues alberga rutas que atraviesan densos bosques, cascadas impresionantes y miradores que ofrecen vistas panorámicas. Otro destino imperdible es el Parque Nacional Pha Daeng, menos conocido, pero igualmente espectacular, donde podrás explorar senderos rodeados de selva virgen. Asimismo, las aldeas rurales que rodean Chiang Mai también son excelentes ubicaciones para ir con la bicicleta. Pedalear por caminos de tierra entre arrozales y aldeas como Mae Rim o Mae Kampong te permitirá conectar con la vida tradicional tailandesa. Además, en estos pueblos pequeños, los habitantes suelen recibir a los visitantes con una sonrisa y, a veces, hasta con una taza de té o café.
Tailandia, también, sobre tres ruedas
Vamos a añadir una rueda más al título de este post para que sean tres. Y es que, aunque no seas tú quien pedalea o conduce, no podíamos olvidarnos de los icónicos tuk-tuks. Hablamos de una forma emocionante y auténtica de recorrer Tailandia, especialmente su bulliciosa capital, Bangkok. Es más, estos pequeños vehículos de tres ruedas, que combinan motocicleta y carrito, se han convertido en un símbolo del transporte asiático y ofrecen una manera divertida de explorar ciudades como esta, mientras disfrutas de una vista panorámica.
Centrándonos en Bangkok, el viaje en tuk-tuk es una experiencia en sí misma. Puedes contratar un recorrido que te lleve por los principales puntos turísticos. Por ejemplo, el Gran Palacio, el Templo del Buda Esmeralda (Wat Phra Kaew) o el Templo del Amanecer (Wat Arun). Los conductores suelen mostrarse amigables y conversadores, por lo que podrían compartir contigo historias y recomendaciones locales que enriquecen el recorrido. Además, una de las mejores maneras de disfrutar de un tuk-tuk es durante la noche. Es ahí cuando Bangkok se ilumina con luces de neón y su vibrante energía cobra vida.
Y, por supuesto, los tuk-tuks también son una opción excelente para explorar las zonas menos conocidas de Bangkok, como los mercados flotantes o los pequeños barrios llenos de encanto local. Eso sí, a pesar de no es un transporte tan sostenible como la bicicleta, su carácter único y el acceso rápido que brindan a diferentes partes de la ciudad hacen que sea una experiencia que no deberías perderte.
Como has podido comprobar, Tailandia es un destino que ofrece infinitas posibilidades para explorar sobre dos ruedas (y sobre tres). Además, uno de los rasgos más especiales de este destino es que cada región tiene su propio encanto. Con lo cual, cada ruta que hagas estará llena de sorpresas que te permitirán conectar con la naturaleza, la cultura y la gente local de una manera única. No importa cuál sea tu elección, recorrer Tailandia a tu ritmo es una forma de descubrir este país de una forma realmente auténtica. Solo déjate llevar por tus instintos y por los maravillosos caminos de Tailandia.