Uno de los mayores atractivos que tiene Japón es su cultura. Dos palabras que la definen a la perfección son ‘tradición’ y ‘autenticidad’.
Ambas son aplicables a esas creencias animistas que nacieron en este país, como el sintoísmo; una religión nativa japonesa que, aunque no lo creas, tendrás muy presente durante todo tu viaje.
Y es que esas creencias residen en muchos de los santuarios que podrás visitar. Unas representaciones culturales que, casi siempre, tienen una puerta antes de llegar a su entrada. Hablamos de los torii, símbolos tradicionales de Japón por excelencia, cuyo fin es separar lo mundano de lo sagrado.
Recréalos en tu mente. Esos arcos, normalmente rojos, con tejaditos tan presentes en todo lo que tiene que ver con el país nipón.
Probablemente, ya hayas visto este monumento en alguna parte. Incluso existe un emoticono en WhatsApp. Aun así, desde Planes con Duende queremos presentártelo de una forma diferente para que conozcas todo lo que engloba.
Y es que, además de ser un excelente lugar para tomar fotos memorables, el significado e historia de los torii está tan arraigado en la cultura de Japón que, cuando cruces uno, sentirás que pisas territorio sagrado.
Los torii tienen orígenes inciertos, pero significado claro
Es más, no se tratará solamente de una sensación. Cruzar un torii es atravesar una puerta sagrada, la cual marca la frontera entre el terreno profano y el sagrado.
Están especialmente ligados a la religión nipona, por lo que los verás colocados normalmente en la entrada de los santuarios sintoístas. Así pues, cuando estés ante un torii, estarás ante la entrada de un espacio divino y especial.
Eso sí, aunque su significado es claro para todo japonés, su historia no es tan evidente. Unas teorías hablan de que el origen de los torii se encuentra en otros países como China e India, donde también se aprecian elementos arquitectónicos similares.
En cambio, otras ideas se basan en la mitología que aparece en el ‘Kojiki’, el libro histórico más antiguo que se conserva sobre la historia de Japón. Concretamente, esa convicción se apoya en que ‘torii’ significa literalmente ‘casa de pájaros’, lo cual se extrae de una leyenda que aparece en este documento.
Esta cuenta la historia de Amaterasu Omikami, la diosa del sol, quien se escondió dentro de una cueva sagrada, lo que propició que el mundo estuviera sumido en la más profunda oscuridad.
Ocho millones de ‘kami’ (dioses sintoístas) intentaron sin éxito que Amaterasu saliera y volviera a resplandecer con su luz, hasta que encontraron una solución para llamar su atención.
Uno de estos dioses trajo unos gallos, los colocó frente a la cueva y sus cantos hicieron que la diosa saliera para comprobar qué pasaba.
Después de eso, la gente comenzó a construir dormideros para pájaros frente a los santuarios sintoístas, que se convirtieron con el paso de los años en los torii que conocemos actualmente.
Por lo tanto, por todo lo que representan y lo ligados que, de una forma u otra, están a la historia de Japón, son auténticos símbolos de la cultura del país.
Aprende a reconocer los distintos tipos de toriis
Además de en los propios santuarios, los torii están tan presentes en la vida de los japoneses que podrás encontrarlos repentinamente en lugares inesperados.
Siempre en un ambiente natural, pues estas puertas son también emblema del animismo nacido en Japón, el cual atribuye a todos los elementos de la naturaleza un alma propia.
Los verás normalmente en color rojo y hechos de madera, aunque al haber tantísimos por todo el país, los hay de varios materiales y tonos.
Se tiene constancia de que, originalmente, los torii eran blancos. Pero, con el paso de los años, tomaron el tradicional color rojo, que simboliza la vitalidad y la buena fortuna.
Y en cuanto a tipos, pese a que puedan parecerte similares, se distinguen dos subcategorías principales: los ‘Shinmei’, con la parte superior (‘kasagi’) recta y sin el nombre del santuario; y los ‘Myojin’, con curvas y la denominación del lugar.
Con estas nociones básicas te será mucho más fácil identificar los diferentes torii que visites. Sin duda alguna, presenciarlos te supondrá una experiencia indescriptible.
Los toriis que no te debes perder en tu visita a Japón
Aunque, al haber tantos por todo el país, deberás hacer una buena selección para buscar algunos de los más impresionantes.
Por descontado, uno de ellos es el torii flotante del Santuario Itsukushima (isla de Miyajima), el cual se ha erigido como un auténtico icono del país. Además, esta puerta recrea un paisaje espectacular cuando la marea crece y las olas rompen.
Otro hermoso torii flotante lo encontrarás a orillas del lago Ashi, junto al Santuario Hakone. Su apodo popular de ‘torii de la paz’ le viene como anillo al dedo por todo el ambiente que le rodea. Un hermoso bosque de antiguos cedros, bellos senderos, un apacible muelle bajo sus arcos… Una estampa de ensueño que mejora aún más en los días despejados, cuando se puede vislumbrar el monte Fuji en la distancia.
Verás también otros torii que aparecen colocados en filas, formando un camino en medio de la naturaleza que parece llevar a otro mundo.
Los más famosos se encuentran en el Santuario Fushimi Inari (Kioto), donde se forma un extenso sendero rojizo que conduce al bosque arbolado del sagrado Monte Inari.
Aquí lo importante es hacer la visita temprano para disfrutarlo sin aglomeraciones. Lo mismo ocurre en el Santuario Motonosumi (Nagato), al que se accede por un largo sendero compuesto por más de un centenar de toriis alineados.
Como apunte, en los lugares donde veas que estos arcos se colocan uno tras otro formando un camino, existe la costumbre de recorrerlos por uno de sus lados, en lugar de hacerlo justo por el medio, ya que ese espacio está reservado para los dioses.
Además, como todo torii, su presencia te indica que estás ante un lugar sagrado, por lo que es básico hacer una pequeña reverencia antes de cruzarlos, tanto al entrar como al salir del santuario.
Aparte de los citados, en Japón existe una gran variedad de toriis con alguna característica distintiva que los hace aún más especiales y llamativos.
El más grande de Japón lo encontrarás en Oyunohara, en pleno arrozal, al lado del antiguo Santuario de Kumano Hongu Taisha. Además de por su tamaño, es conocido por mezclar estilos sintoístas y budistas.
Otro imponente torii es el de Meiji, ubicado en Shibuya (Tokio), en pleno parque urbano y hecho de madera. Por su parte, el de Ishizukuri-myojin está hecho de roca volcánica y, aunque no destaca por su envergadura, sí lo hace por su antigüedad.
Es más, al pertenecer al período Heian (794-1185), esta es una de las puertas sagradas con más años en Japón.
Y, por último, después de impregnarte de la historia de estos símbolos japoneses, no podrás dejar atrás el torii de la leyenda de la diosa Amaterasu. Se encuentra escondido en los terrenos espirituales del Santuario Amanoiwato; más concretamente, en la cueva a la que nos referíamos antes, donde se dice que la diosa del sol se escondió.
Por todo lo que representan y la presencia que tienen en el país, queda más que claro que cada torii es símbolo por antonomasia de Japón.
El misticismo, la religiosidad y la historia que les envuelve los convierten en lugares verdaderamente mágicos, pues son concebidos como auténticas puertas de entrada a tierras sagradas.
Así lo asumen los japoneses y así, incluso, lo percibirás tú cuando te encuentres allí, delante de alguno de estos hermosos arcos. Tan únicos y singulares que conforman además un paisaje increíble, sea cual sea el entorno en el que los visualices.
Por eso te decíamos que recorrer algún lugar donde haya un torii es una experiencia imperdible durante tu viaje por este país. No solo por la belleza del ambiente, sino por la conexión especial que sentirás con la faceta más espiritual de Japón.
Si no puedes esperar a vivirla con toda la profundidad que merece, desde Planes con Duende queremos ayudarte a que la aproveches al máximo y llenes tu memoria de momentos inolvidables. ¿Empezamos?