Los baños termales en Japón son mucho más que una actividad recreativa; son una expresión viva de la filosofía japonesa de la importancia de cuidar el cuerpo y el espíritu. Una experiencia que forma parte de la cultura que ha ido tejiendo el país a lo largo de los siglos. De hecho, va más allá de la mera relajación, pues te permite conectar con la esencia japonesa. Y es que, desde las épocas antiguas hasta la actualidad, los baños termales han tenido una enorme popularidad para los japoneses. Es más, es considerada una práctica profundamente arraigada en su vida diaria. Y no es solo una tradición que ha perdurado, sino que ha florecido. Se ha convertido en una experiencia casi omnipresente en todo el país y ofrece una gama completa de beneficios.
Por todo ello, la experiencia de visitar unos baños termales en Japón es una de nuestras grandes recomendaciones si te aventuras a conocer el país del sol naciente. Eso sí, para que te adentres aún más en la cultura japonesa y sepas todo lo que puede depararte esta vivencia, desde Planes con Duende te presentamos los diferentes tipos de baños termales que podrás disfrutar.
Los ‘onsen’, los baños termales japoneses por excelencia
Uno de los baños termales japoneses más conocidos, extendidos y frecuentados son los ‘onsen’. Hablamos de baños naturales públicos, alimentados por aguas termales volcánicas. Una joya natural de la tradición japonesa, ya que la tierra de este país, con su activa actividad volcánica, brinda la oportunidad de disfrutar de estos manantiales en multitud de zonas. Además de proporcionar una experiencia relajante y lúdica, los ‘onsen’ ofrecen beneficios terapéuticos gracias a las ricas sales minerales presentes en sus aguas. Con lo cual, si visitas alguno de los muchos que hay en Japón, no solo te darás un baño relajante. Te sumergirás en la historia y la naturaleza niponas.
Los ‘sentō’, punto de encuentro e higiene tradicional
Otro tipo de baño termal tremendamente popular en Japón, aunque ya algo menos en los últimos tiempos, son los ‘sentō’. Se tratan de casas de baños públicos tradicionales, que han sido puntos de encuentro esenciales en la vida japonesa. Antiguamente ubicados en multitud de calles de ciudades y pueblos, son lugares que no solo ofrecen bañeras de agua caliente, sino también una conexión social profunda y amplios servicios relacionados con la higiene corporal. Tokio alberga algunos de los mejores ‘sentō’, aunque la tradición se extiende por todo el país, con opciones igualmente fantásticas en Osaka, Kioto y otras ciudades. Las famosas cortinas a media altura siguen siendo un símbolo de la importancia cultural de los ‘sentō’.
Los ‘ofuro’, la intimidad de un baño termal en casa
Similar a los ‘sentō’ pero más familiares, los ‘ofuro’ son los baños de las casas particulares. Estos espacios personales, que podríamos comparar con nuestras duchas y bañeras occidentales, son un espacio del hogar utilizado por todos los miembros de la familia que viven allí. La habitación del ofuro está separada de lo que denominaríamos el cuarto de ballo y, asimismo, se divide en dos zonas: la ducha y la bañera. Además de ser una parte de la casa para el uso diario, también es un lugar en el que no se rechaza la presencia de invitados, mostrando la hospitalidad japonesa en su forma más pura.
Los ‘rotenburo’, baños termales en plena belleza natural
Si buscas una experiencia aún más inmersiva, los rotenburo ofrecen termas naturales al aire libre en lugares de belleza excepcional. De ahí su similitud con los ‘onsen’, aunque estos otros guardan de especial que están establecidos en espacios naturales épicos, donde puedes disfrutar de unas vistas increíbles. Algunos de los ‘rotenburo’ más impresionantes se encuentran en el Valle de Iya, en Kōfu, en el Valle del Kiso, en Hokkaidō, en Nikkō y, por supuesto, en Kawaguchiko, a los pies del Monte Fuji. Con aguas termales que burbujean de la tierra, los rotenburo ofrecen un contacto directo con la más especial naturaleza japonesa.
Los ‘konyoku’, baños termales mixtos
Es común que los baños termales de Japón, como los que ya te hemos presentado, segreguen por sexos a las visitas. Sin embargo, quedan todavía algunos que permiten el baño mixto, llamándose estos ‘konyoku’. Aunque son cada vez más escasos, algunos de estos baños mixtos sobreviven en zonas rurales como Kagoshima o Chichibu, y ocasionalmente en grandes ciudades como Kioto. Ofrecen una experiencia única donde las barreras sociales se disuelven en las cálidas aguas termales.
Antes de sumergirte en la maravillosa tradición de los baños termales japoneses, es útil tener en cuenta algunos consejos prácticos. Uno de los más importantes es que, si llevas un tatuaje pequeño, consideres cubrirlo con una tirita antes de entrar, ya que a menudo están asociados con la yakuza y algunos establecimientos pueden tener restricciones. Además, se debe entrar con toalla de mano y sin maquillaje ni joyas, para mantener la pureza del agua y respetar la tradición. También, si tienes el pelo largo, recógetelo. Y, antes de entrar en la piscina termal, recuerda darte una ducha rápida previa para garantizar la higiene y el respeto hacia los demás bañistas. Estos pequeños gestos te ayudarán a vivir completamente la experiencia y a respetar las costumbres locales.
Con este post te habrás dado cuenta de que, en la vastedad de Japón, los baños termales son más que meras instalaciones. Son portales a la rica historia, cultura y naturaleza del país. Ya sea disfrutando de estos baños termales en una gran ciudad o en un entorno rural, cada una de las opciones que te hemos detallado es una oportunidad para que te sumerjas en la esencia de Japón. Así que, cuando planifiques tu próximo viaje a esta fascinante tierra, no olvides incluir una visita a sus baños termales, donde la tradición y la relajación se encuentran en perfecta armonía. Ellos son el camino ideal para alcanzar un estado de felicidad pleno durante tu travesía.