Muchas veces, cuando se viaja a un nuevo destino, el itinerario contempla todas aquellas atracciones turísticas por las que el lugar en cuestión es conocido. Sin embargo, el hecho de detenerte en lo más popular no debería nunca privarte de la oportunidad de sumergirte en la cultura y la vida cotidiana de un sitio. En Planes con Duende siempre buscamos que experimentes lo auténtico de un país, habiendo muchísimas formas de hacerlo. En este post en concreto hablaremos de Nepal, un destino que, precisamente, atrae a los visitantes por su carácter aventurero, por ofrecer experiencias auténticas y emocionantes.
Y como no puede ser de otra manera, en los siguientes párrafos trataremos de profundizar en su cultura, su historia y sus personas. Es decir, queremos que conozcas el verdadero Duende de Nepal; desde comer como un local hasta explorar su naturaleza y conectar con su gente. Porque no son pocas las maneras que existen de adentrarse significativamente en esta esencia nepalí.
Una naturaleza que deja sin aliento
Sin duda, un viaje a Nepal estaría incompleto si no se explora la impresionante belleza natural del país, mundialmente conocida por sus majestuosas montañas, sus valles exuberantes, sus ríos serpenteantes y una gran diversidad de vida silvestre. De hecho, la naturaleza nepalí es tan impresionante, en parte, porque alberga ocho de las diez montañas más altas del mundo, por lo que también ofrece algunos de los paisajes montañosos más deslumbrantes del planeta.
Si deseas deleitarte ante tal panorama, basta con que visites el Parque Nacional de Sagarmatha, ubicado en la región del Himalaya y hogar del Everest, la montaña más alta del mundo. Esta área protegida cuenta con multitud de senderos alrededor de este icónico monte, ofreciendo alguna de las rutas de senderismo más fascinantes del mundo. El lago Gokyo, el glaciar Ngozumpa y el propio mirador del Everest son algunos de los lugares clave en este parque nacional, que además cuenta con una gran cantidad de vida silvestre, incluyendo el leopardo de las nieves y el baral.
Otro lugar impresionante para presenciar las maravillas naturales de Nepal es el Parque Nacional de Chitwan, hogar de una gran cantidad de especies, como rinocerontes, elefantes, tigres y monos. Tendrás incluso la oportunidad de realizar un safari entre su diversidad silvestre y sus amplios parajes, tanto en jeep como andando a través de la selva. Además, Chitwan alberga también el río Narayani, un lugar ideal si eres un amante del rafting.
Además, no siempre será necesario que te alejes a infinitas explanadas verdosas o te adentres en gigantescos sistemas montañosos para tomar contacto con esta maravillosa naturaleza nepalí. También podrás disfrutar de ella desde una ciudad como Pokhara, la cual ofrece impresionantes vistas de las montañas del Himalaya. Un destino perfecto si buscas aventuras al aire libre y hermosos paisajes naturales, disponiendo de opciones como rutas senderistas hasta la cima de la colina Sarangkot para ver el amanecer sobre las montañas, hacer parapente desde esa misma colina o practicar kayak y remo en el hermoso lago Phewa, uno de los grandes símbolos de Pokhara.
Un viaje para meditar
Además de paisajes naturales impresionantes, Nepal tiene una cultura vibrante y fascinante. La religión predominante es el hinduismo, pero también hay una importante comunidad budista. Por lo tanto, según los pilares de ambas creencias, la meditación es considerada una herramienta primordial para alcanzar la iluminación y la liberación del sufrimiento. Una tradición espiritual que ha convertido a Nepal en lugar de peregrinación durante siglos. Una práctica que se ha convertido en un rasgo cultural más de este país y que ha pasado a formar parte de su esencia.
Así, viajar a Nepal es una experiencia única que puede ayudarte a encontrar la paz interior y la claridad mental. ¿Cómo? A través de la práctica de la meditación. ¿Dónde? En cualquiera de sus templos históricos y retiros para meditar que hay por todo el país. Es más, incluso podrás aprender técnicas de meditación de la mano de monjes experimentados y maestros espirituales. Gracias a sus enseñanzas, podrás adentrarte en la auténtica vida monástica, sumergiéndote así en la cultura y la espiritualidad de Nepal.
Kopan, un monasterio budista-tibetano, ofrece retiros de meditación para principiantes y veteranos, pudiendo durar desde pocos días hasta varias semanas. Swayambhunath, también conocido como ‘el templo del mono’, es uno de los complejos budistas más antiguos y sagrados del país. Allí podrás meditar en las salas que hay disponibles, además de disfrutar de la vista panorámica del valle del Katmandú desde la cima de la colina donde se encuentra. Y Boudhanath, uno de los templos budistas más grandes del mundo, ubicado en la ciudad de Katmandú, te dará la oportunidad de caminar alrededor de la estupa y meditar en los monasterios que se encuentran en sus alrededores.
En lugares como estos, la belleza natural de la que hablábamos antes queda complementada perfectamente con estos escenarios para la meditación y la introspección. Por ello, viajar a Nepal puede suponerte una experiencia transformadora. Una vivencia que te ayude a encontrar la paz interior y la serenidad en medio de la ajetreada vida moderna.
Una gastronomía variada y deliciosa
Dentro de la experiencia de conocer la vida local de Nepal a través de sus tradiciones, no puede quedarse fuera la degustación de su gastronomía. Deliciosa y variada, así se definiría la comida local de este país, la cual se basa en una mezcla de influencias indias, tibetanas y chinas. Una fusión que hace que la comida nepalí sea única y excelente para conocer la cultura y la tradición de este país.
Algunos de los platos nepalíes más populares son el ‘dal bhat’ (una mezcla de arroz y sopa de lentejas, acompañados habitualmente con curry vegetal, verduras picantes variadas y verduras normales), el momo (una especie de dumpling relleno de carne o verduras) el ‘chow mein’ (fideos salteados con vegetales y carne, muy servido en las calles) y el curry (vegetariano, de pollo o cordero). Estos platos suelen ser picantes y se acompañan con ‘chapati’, que es como un pan plano. También hay una gran variedad bebidas, como el lassi (un batido de yogur con frutas y especias), el raksi (una bebida alcohólica hecha de arroz o mijo, de sabor fuerte y habitual en celebraciones) y el tongba (una bebida caliente hecha de sorgo fermentado, servida en un recipiente de madera y con una pajita de bambú, muy habitual en las montañas para contrarrestar el frío).
Con todo lo dicho, Nepal es un destino enriquecedor para los amantes de la naturaleza, la meditación y la comida. Un lugar que deja una huella duradera en la mente y el corazón de quienes la experimentan. Viajar a este país te permitirá vivir una experiencia única e inolvidable, conectando con lo natural, con la tradición espiritual nepalí y con su gastronomía. Una combinación de tres factores que conforman casi al completo la esencia de Nepal. Tres maneras distintas, y a la vez similares, de sumergirte en la cultura y la historia nepalí. De conectar con el alma aventurera que todo viajero saca a relucir en este lugar. Y es que no hay mejor manera de comprender y apreciar la diversidad cultural del mundo que conociendo la esencia de un destino.